Cuando uno piensa en un bailarín lo primero que se le viene a la cabeza es un cuerpo fibroso y atlético; sin embargo, Erik Cavanaugh es todo lo contrario: un joven con sobrepeso que ha decidido romper con los estereotipos de la danza relacionados con el peso y que demuestra con sus ejercicios que la agilidad, la elasticidad, la fuerza, el arte... no están reñidos con los kilos de más.

Con 23 años, Erik transcurre su día a día entre su trabajo en una pizzería y su tiempo libre, que dedica en su gran mayoría a la danza: entrenando, pensando nuevas coreografías, probando nuevos pasos... Sus inicios dentro de este arte los dio de muy pequeño, en la Pittsburgh Creative and Performing Arts School y desde ese momento ya no pudo parar, comenzó a desarrollar su pasión y a crecer como artista.

Pese a las barreras de los prejuicios por su peso que en muchas ocasiones se veía obligado a superar, siguió adelante y un día decidió mostrar su arte a todo el mundo. Para ello,  comenzó a grabarse para demostrar sus capacidades como bailarín.

El asombro de los internautas no tardó en llegar. Sus vídeos en poco tiempo se convirtieron en virales en la web y son una fuente de inspiración para todas aquellas personas a las que les gustaría dedicarse a la danza, pero no poseen el “cuerpo tipo” que se le presupone a un bailarín. De hecho, sus amigos en Facebook y sus seguidores en Instagram se cuentan por miles .

El propio Erik se muestra muy sorprendido por el éxito conseguido y por los comentarios que recibe cada día, con frases de admiración y de agradecimiento por mostrar otra imagen de las personas obesas.

El empeño de Erik es la prueba de que para conseguir un resultado sirven la pasión y la determinación, junto a las ganas de reconocer y superar aquellos que consideramos nuestros límites.

Este es precisamente uno de los mensajes más importantes que el bailarín quiere transmitir a sus propios admiradores: algo así como que quien “la sigue, la consigue”, de este modo, quien trabaja y trata de superar sus límites, puede alcanzar su sueño.

Es cierto que Erick a veces recibe comentarios negativos y despectivos, pero no quiere desanimarse por unos pocos y les responde de la mejor forma que sabe: bailando y superándose cada día.