Las llamadas antiguamente barras americanas están más en auge que nunca bajo el nombre de Pole Dance, Pole Fitness, Sexy Pole o Contempole. Se trata de una barra vertical que se utiliza como soporte para realizar ejercicios acrobáticos y coreografías que conjugan movimientos en suelo y aéreos.

Superada la imagen que las vinculaba a clubs de alterne y prostitución, se han convertido en un método de entrenamiento perfecto para tonificar y moldear todo el cuerpo del que se declaran fans Kate Moss, Jennifer Aniston, Shakira o Natalie Portam.

Lejos de las coreografías que utilizaban la barra como acompañamiento de un striptease, es habitual ver números espectaculares en compañías como El Circo del Sol.
Cientos de escuelas y centros deportivos ofrecen clases de distintos niveles y conjuga deporte y baile en una sola disciplina.

Fuerza y resistencia

Uno de los puntos fuertes del Pole Dance es el aumento de la fuerza y la resistencia en todo el cuerpo. Las figuras aéreas pueden realizarse con la sujeción de brazos o piernas, lo que exige una musculatura potente y resistente. A su vez, el trabajo abdominal es continuo, lo que favorece un abdomen liso o las ansiadas tabletas de chocolate en niveles profesionales. Los habituales del Pole Dance aseguran que mejora la autoestima, la confianza en uno mismo y es una buena terapia para superar miedos y limitaciones personales.

Para todos los públicos

Lejos de lo que pueda parecer, el Pole Dance es una disciplina que puede practicar cualquier persona, pues con los profesores adecuados, disciplina y actitud… la fuerza y la técnica necesaria que conlleva bailar en la barra se va adquiriendo poco a poco. Hay numerosos vídeos de personas con algún kilo de más que han conseguido iniciarse en esta técnica consiguiendo grandes logros. Los hombres y los niños se han incorporado como usuarios habituales de esta técnica de entrenamiento. De hecho, el canario Saulo Sarmiento es uno de los nombres más relevantes del Pole Dance a nivel internacional.