Circular en bicicleta por la ciudad puede llegar a considerarse a veces como una práctica de riesgo. La ausencia de un mapa de carril bici suficientemente extenso en nuestras ciudades nos hace tener que circular sobre pedales por la carretera y compartir asfalto con los vehículos que, en ocasiones, no respetan a los ciclistas tanto como nos gustaría.

Conscientes de ello, desde Volvo han tenido la genial idea de crear –por el momento son prototipos- cascos de bicicletas y vehículos conectados, de forma que cada uno avise al otro de su ubicación para así evitar posibles accidentes.

En realidad se trata de una colaboración a tres bandas entre la compañía automovilística, la firma POC -fabricante de equipos de protección para atletas y ciclistas- y Ericsson. Este sistema fue presentado en la pasada edición del CES en Las Vegas.

Esta tecnología pionera, según Ericsson, consiste en un coche y en un casco "prototipo" conectado que establecerá alertas de proximidad a través de comunicación de doble vía a los conductores de Volvo y a los ciclistas para evitar accidentes.

Avisador de la presencia de bicis

Este sistema, el City Safety de Volvo (su traducción literal sería "ciudad segura") es una solución estándar en su nuevo modelo de coche XC90, una tecnología que puede detectar, advertir y aplicar el auto-freno para evitar colisiones con ciclistas.

Utilizando una popular aplicación de smartphones para los ciclistas, como Strava, la posición del ciclista puede ser compartida a través de la nube de Volvo con el coche, y viceversa. Si se calcula una colisión inminente, ambos usuarios serán advertidos y podrán así adoptar las medidas necesarias para evitar un posible accidente.

El conductor de Volvo recibe una alerta que le advierte de si hay un ciclista cercano a través de una pantalla, incluso si pasa por un punto ciego, por ejemplo detrás de una curva o detrás de otro vehículo o si apenas es visible durante la noche. El ciclista, a su vez, será avisado -a través de una luz de alerta montada en el casco- de que se encuentra en una situación de riesgo con un vehículo cercano.

Según recuerdan desde Ericsson, desde 2013, todos los vehículos Volvo cuentan con un sistema de seguridad para evitar accidentes con ciclistas. Este mecanismo utiliza el radar y la cámara para detectar los ciclistas y está basado en la tecnología avanzada de sensores que puede aplicar un frenado automático completo si el coche detecta que puede tener lugar una colisión.

Además, Volvo enumera una serie de datos para respaldar su nueva apuesta por la "tecnología segura". La compañía automovilística recuerda que el 55 % de las muertes de ciclistas en 23 países de la UE se producen en zonas urbanas, así como que en 2013 se vendieron más de 132 millones de bicicletas en todo el mundo. Además, sostiene que en algunos países los peatones y los ciclistas constituyen más del 75 % de las muertes en carretera.