Tras su paso por el Relax y Unibet, estuvo sus últimos cinco años a las órdenes de Eusebio Unzue, primero en el Caisse d ´Epargne y luego en el Movistar. Él, que ha corrido Tour, Giro y Vuelta, puede incluir también en su currículum haber sido uno de los "locos" aventureros que se atrevieron a recorrer en solitario los 770 km que separan Madrid-Lisboa en la Powerade MTB Non Stop.

Fueron 42 horas y 43 minutos de pedaleo casi ininterrumpido, exceptuando dos pequeñas paradas, de apenas siete horas en total, para dormir un poco. "No lo considero una locura, más bien lo entiendo como una aventura y una manera de llevar el cuerpo hasta un límite que nunca antes había vivido y que me ha servido para sacar a relucir sensaciones a nivel anímico que desconocía", dice Pasamontes. Lo que también tiene claro es que este tipo de carreras no tiene nada que ver con un Tour: "No son comparables. Las dos son duras pero, mientras que en el Tour siempre tienes a un compañero cerca y puedes descansar en un hotel, en la MTB Non Stop estás sólo en compañía de tu bici, y el cansancio es mayor, tanto en el aspecto físico como en el mental".

Para  conseguir el objetivo y, como fue su caso, ser el primero en la clasificación, es necesario llevar una estricta preparación, que Pasamontes nos resume en cuatro consejos:

1. Una buena preparación física, centrada en el fondo. No es prioritario realizar entrenamientos explosivos, sino acumular muchos kilómetros.

2. Variar los horarios de los entrenamientos aunque te cueste. Hay que acostumbrar al cuerpo a diferentes horarios, incluso nocturnos, para familiarizarse con lo que te encontrarás.

3. No descuidar la preparación anímica, necesaria para superar los momentos difíciles que seguramente llegarán.

4. Ya en carrera, comer y beber aunque no se tenga ganas.  Encima de la bicicleta es importante ingerir frutos secos, algún producto dulce y descartar las bebidas con mucha cafeína para evitar calambres. Después, en los avituallamientos, comer un poco de todo.

Luis Pasamontes

En su aventura hubo momentos difíciles, como el que pasó a llegando a la localidad de Cedillo, fronteriza con Portugal, donde se tuvo que refugiar debajo de un puente por el granizo que caía; o aquella ocasión en la que, mientras pedaleaba por una cómoda carretera, estuvo a punto de dormirse encima de la bicicleta, por lo que tuvo que parar para refrescarse. El cuerpo aguantó y pudo alcanzar la meta.

En los días siguientes vivió otra experiencia: "Me pasé una semana sin parar de comer. Fui con unos amigos a un restaurante y, después de comerme el primero, el segundo plato y el postre, llamé al camarero y le pedí una hamburguesa con patatas. El camarero, extrañado, me preguntó si había algún problema".

Pese a los sufrimientos padecidos, Pasamontes piensa ya en la próxima competición. En su agenda tiene marcadas de forma especial tres pruebas: la Titan Desert en mayo, la I edición de la Powerade MTB Non Stop Barcelona-San Sebastian en junio y en septiembre la III Madrid-Lisboa.