Un domingo, un buen amigo y novato en la práctica ciclista, me llamaba a la hora de comer y me contaba que por dormirse, había salido tarde y por lo tanto había decidido venir al encuentro de toda la grupeta. Pero no nos encontró. Cuando me detallaba por dónde había venido al encuentro, surgió un problema. El hablaba que había tenido que subir un puerto, cuando en ese recorrido no había ningún puerto.

Después de mucho indagar, “el puerto” en cuestión, era el encadenamiento de cuatro repechos de no muy considerable desnivel ni longitud. Desde ese día, en esa carretera, todo el mundo sabe que se encuentra “El puerto de Simón”, en honor a él.

Esta simple introducción quiere decirte que dependiendo de tu estado físico, el afrontar un repecho puede suponer una auténtica tortura y lo que a un ciclista le parece un simple repecho y que sube a plato grande, a otro ciclista puede parecerle un obstáculo poco menos que infranqueable y que tiene que meter todos los desarrollos que lleva en la bicicleta para subir y sufriendo.

Sin embargo, los repechos pueden no ser tan limitantes. Al igual que a la hora de subir un puerto, es determinante la potencia relativa que desarrolla un escalador, y en donde el peso es juez, a la hora de subir un repecho puede no serlo tanto. Si el repecho no es excesivamente largo y la pendiente no es lo suficientemente importante, un ciclista con una buena potencia absoluta, puede defenderse a la perfección frente a un escalador.

Si sales habitualmente en grupo, habrás observado que salvo excepciones, cuando llega un repecho se sube a la misma velocidad que ibais o inclusive se acelera el ritmo. Sin embargo tendría que descender la velocidad. Por lo tanto, analicemos cómo se suele afrontar un repecho, para saber cómo entrenarlo.

En un repecho se suele producir un importante aumento de acidosis porque a diferencia de un puerto, se suele abusar de más desarrollo, lo que origina una importante tensión muscular y ello provoca que haya un importante aumento de acidosis.

Se tiende a subirlo en el menor tiempo posible. Por lo tanto, debes educar al músculo a que sepa gestionar con rapidez dicha acidosis y a la vez que recicla el lactato, pueda seguir alimentándose de glucosa. Aquí tienes unos ejercicios que pueden servirte de gran ayuda:

1.- Trabajo a relevos largos o cortos en el que entréis al relevo varios ciclistas, y así entre relevo y relevo, tengas tiempo suficiente para reciclar el lactato que generan tus fibras musculares. Ejercicio para los inicios del periodo de calidad. Puedes realizarlo dos o tres días a la semana.

2.- Trabajo a relevos cortos y con muy pocos ciclistas, en donde apenas tienes tiempo de recuperar entre relevo y relevo. Cuando ya llevas un mes de entrenamientos de calidad. Como mucho, dos días a la semana.

3.- Fartlek extensivo, en donde practicarás aceleraciones progresivas de menos a más y en donde al final del repecho no lo hayas dado todo. Igualmente en los inicios del periodo de calidad. Puedes realizarlo dos o tres días a la semana.

4.- Fartlek intensivo, en donde esas mismas aceleraciones, sean de menos a más pero acabando el repecho al sprint. Cuando llevas un mes de entrenamientos cualitativos. Como mucho un par de días.

5.- Entrenamiento de fuerza velocidad. Consiste en situarte a pie de un repecho con mucho desnivel, metiendo mucho desarrollo y arrancar casi en parado a tope y por un corto espacio de tiempo. Desde cincuenta a doscientos metros. Entre los distintos intervalos debes dejar mucho margen de recuperación para afrontar cada repecho a máxima intensidad. Este entrenamiento puedes aplicarlo desde el inicio de la calidad, un solo día a la semana suficiente e intentando dejar 24 horas antes de realizar otro entrenamiento intensivo.

Evidentemente, estos entrenamientos se deberán realizar después de haber desarrollado un adecuado acondicionamiento general, basado en la resistencia aeróbica y sabiendo que te encuentras en perfectas condiciones físicas y no hay ninguna contraindicación médica que te permita realizar esfuerzos a estas intensidades. Y no olvides añadir a tu dieta algo más de carbohidratos.