¿Te imaginas pedaleando por las galerías del metro de Londres? La imagen puede parecer más la de un suicida que la de una persona cuerda, sin embargo, es lo que propone el estudio de arquitectura Gensler que se ha alzado con el premio al mejor proyecto en el London Planning Awards 2015.
Para conseguirlo, los creativos del estudio han transformado los túneles de las líneas de metro de Londres que ya no se utilizan en carriles destinados a los peatones y a los ciclistas.
La idea es reconvertir todas esas galerías en una zona donde se pueda pasear, transitar con la bici y que además cuente con tiendas, bares, restaurantes... Es decir, toda una ciudad subterránea a la que sería posible acceder a través de algunas de las estaciones de metro.
Para rizar más el rizo, el proyecto prevé además la instalación de la tecnología Pavegen, un tipo de baldosa “inteligente” que convierte el movimiento en energía.
De este modo, el rodaje de las bicicletas y las pisadas sobre este tipo de suelo permitirían generar la suficiente potencia para iluminar los túneles.
"Ahora que Londres ha alcanzado el nivel más alto de la población en su historia, tenemos que pensar creativamente sobre cómo aprovechar al máximo el potencial de nuestras infraestructuras", afirma Ian Mulcahey, co-director de Gensler en Londres.
De este modo, la iniciativa pretende responder de manera creativa y eficaz a la necesidad de aumentar las zonas en las que poder moverse en bici por la ciudad.
Algo que va muy en la línea de ciudad "amiga de las dos ruedas" en la que pretende convertirse Londres, ya que hace solo unos días, su alcalde, Boris Johnson, presentaba los dos "súper carriles bici" que cruzarán la megalópoli y que comunicarán las distintas zonas con el centro.
Johnson ha reaccionado así a las críticas de los ciclistas por el aumento de los accidentes y la falta de seguridad. No es para menos, y es que, según datos de Transport for London (TFL), en 2013 hubo 489 accidentes graves en los que se vio envuelto un ciclista.
En el caso de Madrid, esta iniciativa sería inviable (a no ser que saquemos a los trenes de las estaciones para meter bicis) puesto que únicamente hay dos estaciones abandonadas: la de Chamberí (línea 1) y la de Arroyo del Fresno (línea 7). Además, la de Chamberí se convirtió hace unos años en un museo del Metro, por lo que, aun estando abandonada para su uso inicial, sí que se le da una utilidad.
No obstante, para ir en bicicleta por las galerías de Londres, tal vez todavía haya que esperar, ya que según ha confirmado el propio TFL aunque hay una serie de estaciones en desuso y es cierto que hay túneles bajo las calles de Londres, ninguno tendría la longitud necesaria que exige el proyecto.