La biomecánica aplicada a la bicicleta es prácticamente una de las disciplinas más apreciadas por todos los ciclistas ya que, de los consejos y resultados de los profesionales que se dedican a ella, pueden aumentar su rendimiento encima de la bici y, lo más importante, evitar problemas de espalda que el resto de los mortales sufriría si se hiciera las tandas de kilómetros que se hacen ellos.

Hay dos partes principales de nuestra espalda que 'sufren' cuando nos colocamos en la bicicleta: la zona lumbar y la zona cervical. Esto viene motivado por dos motivos fundamentales: al agarrar el manillar con las manos, la columna vertebral cambia su curvatura natural por otra forma a la que no está acostumbrada y, en segundo lugar, elevamos la cabeza para poder ver lo que tenemos en frente, forzando toda la zona vertical en una hiperextensión de los músculos que la componen. Pero, no os preocupéis, porque hay soluciones para mitigar estos dolores:

1.- Tu bici, a tu medida. Parece algo obvio, pero muchos de esos ciclistas que sacan la bici del trastero únicamente en verano lo desconocen. Si sales con la bici de cuando eras un adolescente, seguramente lo notarás. Las bicicletas, como la ropa, tienen sus tallas. En función de unos determinados parámetros, como la altura o el alto de la pierna desde la entrepierna hasta el pie, puedes saber las pulgadas que tu bici necesita para que vayas totalmente cómodo.

2.- Una vez elegida una bicicleta con el tamaño correcto, es muy importante situar el sillín y el manillar a la altura adecuada para no ir en una posición poco ergonómica y forzando a la espalda a trabajar más de lo que ya lo va a tener que hacer de por sí.

3.- Cuando se está rodando, es aconsejable cambiar de postura periódicamente en función del terreno por el que se vaya. Hay que leer el camino, y levantar el trasero cuando hay piedras o se está descendiendo por un camino complicado ayudará a no cargar en exceso la zona lumbar.

4.- Por último, aunque se monte en bicicleta de forma poco habitual, no vendría de más hacer ejercicios para fortalecer toda la zona abdominal, cervical, hombros y antebrazos. Salir a montar con una buena base muscular evitará problemas mayores a la larga y te sentirás más seguro a la hora de tomar la decisión de sacar la bici del trastero de una vez por todas.