He tenido oportunidad de hablar con muchos ciclistas profesionales y de los momentos más tensos que se pueden vivir en carrera es cuando se enfila el pelotón a la hora de preparar un sprint, cuando meten cuneta para provocar un abanico, o cuando se “abre gas” a la salida de una rotonda. No queda otra que meter todo el desarrollo que puedas y dar la mayor cadencia o máximo número de pedaladas sin ir dando botes en el sillín. Son momentos en donde debes dar la máxima velocidad que puedas. Al igual que es muy importante coger una buena rueda que te proteja si el viento es frontal. Si vas a rueda del que va tirando vas a ahorrar un 33% más de potencia que él. Lo malo es cuando el viento es culero, como se suele decir, ya que es la peor situación que se puede dar cuando el paquete se enfila.

Son situaciones que un profesional suele entrenar realizando entrenamientos tras coche o tras moto, por ejemplo. Un entrenamiento que no tiene sentido realizar para un ciclista recreativo o cicloturista. Pero sí hay otros tipos de entrenamiento que pueden ayudarte a suplir la carencia de esa máxima velocidad. Para realizar este entrenamiento es imprescindible haber realizado previamente una buena base aeróbica y ser conocedor de que no hay ninguna contraindicación que impida alcanzar frecuencias cardiacas muy elevadas.

Entrena Velocidad resistencia

Velocidad resistencia es la que permite mantener una velocidad elevada durante mucho tiempo. Su entrenamiento:

La distancia de entrenamiento será desde 200 metros a 2 kilómetros. Se debe utilizar el plato grande y llevar una cadencia superior a las cien pedaladas por minuto e intentando mantener la máxima velocidad posible. El terreno será siempre llano. La frecuencia cardiaca se situará entre el 90% al 95% de la frecuencia cardiaca máxima.

Número de repeticiones a realizar: Entre 8 y 20 repeticiones, las cuáles podrás dividirlas en 2 ó 3 series. Después de cada repetición y serie deberás recuperar completamente y ampliamente. Por ejemplo, puedes hacer dos series de 4 repeticiones de 500 metros: 2x(4x500m). Entre cada repetición podrías descansar 4 minutos y entre cada serie 10 minutos. De lo que se trata es de que cuando realices cada estímulo te encuentres recuperado completamente para darlo todo.

Este tipo de entrenamiento no es aconsejable realizarlo más de una vez a la semana y no vas a estar recuperado hasta pasadas 48/72 horas.

Entrena el Consumo máximo de oxígeno (V02máx)

Cuando ya vas a tope y a todo lo que das, esa sensación de ahogo, en donde buscas aire y no encuentras, es porque tu sistema cardiovascular ya no puede coger y distribuir más oxígeno. Aunque esta capacidad tiene un carácter genético muy importante, aún puedes entrenarla, sin olvidar que todo el peso graso que elimines va a repercutir muy positivamente a la hora de aumentar tu V02máx.

Para su entrenamiento debes realizar un test de 6 minutos en donde vas a intentar desarrollar la máxima velocidad que puedas. Lo harás en llano y tendrás en cuenta que cuando entrenes este tipo de intervalos deberás hacerlos siempre en el mismo sitio y si es posible en las mismas condiciones climatológicas. Una vez hayas calentado, haces el test y recoges la velocidad media de esos seis minutos. Posteriormente y un día a la semana, dependiendo de tu nivel, realizarás intervalos de 3 minutos a esa velocidad, recuperando a la mitad de velocidad que has llevado en el intervalo. Puedes comenzar en la primera semana, con tres intervalos de cinco minutos y añadir cada semana un intervalo hasta llegar a nueve como máximo. Por ejemplo, si sacas en el test 35km/h, puedes comenzar la primera semana, realizando 3 intervalos de 35km/h, recuperando 3 minutos a 18km/h.

Ya te anticipo que son agónicos y hace falta mucha motivación para realizar este tipo de entrenamiento. Eso sí, la próxima vez que se enfile la grupeta vas a poder ir con un puntito menos de sufrimiento.