Sierra Nevada no es solo para el invierno. Ni solo para los amantes del esquí. Desde este año, el verano también empieza a ser temporada alta en la estación granadina gracias a los bikers, que dan una segunda vida a la comarca cuando el sol aprieta y la nieve es solo un recuerdo.

"Es una buena forma de romper la estacionalidad y nos permite trabajar casi seis meses en invierno y dos en verano"

Siguiendo el ejemplo de las grandes estaciones de esquí americanas y centroeuropeas, la de Sierra Nevada ha encontrado en deportes como los circuitos ciclistas de descenso una alternativa para minimizar en la época estival la fuerte estacionalidad de un centro concebido para el invierno.

A la oferta de naturaleza estival que ya ofrecía Sierra Nevada, apta para el senderismo o la carrera de montaña, se une desde este año su nuevo bike park, que ofrece tres remontes (un telecabina, un telesilla y una alfombra mecánica) dan acceso a siete rutas de descenso para todos los niveles (iniciación, intermedio y avanzado).

Según sus responsables, esta iniciativa, que imita a las que se hacen en las estaciones invernales de los Alpes o Norteamérica, ya está dando resultados económicos. Así, ya son varias las tiendas de la estación que cambian de piel con el verano y que mandan al almacen el materail de esquí para poner a la venta o en alquiler material de BTT. La hostelería local también empieza a sentirse menos sola en verano.

Mountain bike en Sierra Nevada

David Luján es uno de los propietarios de tiendas que ha dado el paso. "Es una buena forma de romper la estacionalidad y nos permite trabajar casi seis meses en invierno y dos en verano".