Había mucha expectación por ver qué ocurría en la primera edición de la Titan Tropic Cuba, y la realidad ha superado a las previsiones por la espectacularidad de sus paisajes y por la dureza de su recorrido.
Desde la etapa prólogo por las zonas más emblemáticas de La Habana hasta la llegada a la arena blanca de la playa de Cabo Jutía, no ha habido un momento de descanso. Han sido cinco etapas duras y exigentes, en gran parte por culpa del barro, que hacía imposible pedalear o por los muchos ríos que ha habido que vadear con la bicicleta al hombro.
Desde el principio al fin, el colombiano Diego Alejandro Tamayo dominó la prueba. Ganó las dos primeras etapas y al final subió al cajón como primero de la general, acompañado de Ibón Zugasti y Roberto Bou.
Tamayo se mostraba muy feliz "Es una gran satisfacción conseguir la victoria final. No ha sido fácil ya que han sido cinco días muy duros, por medio de montañas, con mucho barro y en lo que ha habido que superar multitud de obstáculos. Sin embargo, después de ganar las dos primeras etapas, he sabido ser cauto y controlar la carrera, ser inteligente y cuidar la mecánica. Me siento muy feliz de ganar la Titan Tropic después de haberlo hecho en la Desert".
Tamayo ya sabe lo que es ganar en el desierto y vencer en el Trópico: "Son dos carreras totalmente diferentes. En la Desert el terreno es árido, mucho calor, nada de vegetación y aquí es el trópico, mucha humedad, mucho barro, zona más montañosa y más apropiada para la gente que le gusta el BTT puro y duro. Son dos carreras que tienen su encanto pero muy diferentes".
Todos los participantes hablaban de lo mismo, de las zonas de fango y de barro que han castigado mucho a las bicicletas y Tamayo, que montaba un Cannondale FSi con horquilla de un solo brazo, insiste en lo mismo: "A parte de las piernas ha habido que cuidar la bicicleta y saber hilar fino y arriesgar lo justo en las zonas más complicadas. Ha sido muy importante contar con un gran equipo de mecánicos, por eso quiero tener un recuerdo especial para todo el equipo de Tomás Bellés que han confiado en mí".
Esta primera puesta en escena, ha cumplido con creces con las expectativas de los organizadores y de los participantes. El calor húmedo en esta ocasión no fue el enemigo de los ciclistas y sí ese barro pegajoso que te impedía pedalear. Lo que nunca faltó tampoco fue el aliento de los cubanos allá por donde pasaba la carrera.