Digamos que estás paseando tranquilamente por el barrio de West Hollywood en Los Ángeles (California) cuando pasas por el gimnasio Crunch Fitness. Nada, lo típico, solo quieres informarte de las clases y los precios. Sin embargo, todo tu mundo fitness se desmorona cuando ves que un grupo de personas está utilizando un curioso aparato que no consigues identificar. Este:

Saluda a tu nuevo mejor amigo
Saluda a tu nuevo mejor amigo | The Axle Workout

“¿Qué es esto?”, te preguntarás angustiado. Tranquilo, que no muerde. Te presentamos a ‘The Axle’, el nuevo ‘juguete’ llamado a ser la revolución dentro del campo del equipamiento deportivo tanto indoor como outdoor. Porque sí, lo puedes usar tanto dentro del gimnasio o de tu casa o llevártelo al parque a dar una vuelta. Para gustos, colores.

¿Qué es y quién lo inventó?

Comencemos por el principio. Durante el verano de 2014, Andrew Page y Anuj Patel (los cofundadores de The Axle y dos ávidos entrenadores personales de jugadores de baloncesto de la NBA) discutían sobre las limitaciones que encontraban en los equipos de gimnasia. Querían algo que proporcionara a sus clientes un entrenamiento de cuerpo completo y que, además, enfatizara la naturaleza aleatoria del movimiento humano en el mundo real e imitara los tipos de rutinas utilizados por los atletas. Casi nada.

Fue ahí cuando se dieron cuenta de que la industria del deporte estaba plagada de complejas y costosas máquinas que trabajan los grupos musculares de forma aislada. Así pues, ambos decidieron construir ellos mismos un instrumento que mejorase el rendimiento y el equilibrio total del cuerpo en conjunto. Tras hablar con más de cincuenta expertos en campos tan dispares como la metalurgia o la ingeniería biomecánica y bucear en cientos de estudios académicos relacionados con los beneficios del movimiento humano dinámico, Andrew y Anuj finalmente dieron con una solución. Y así nació ‘The Axle Workout’.

 

¿Por qué es diferente y en qué revoluciona la manera de entrenar?

Aunque su diseño pueda parecer simple lo cierto es que el eje mecanizado (y desmontable) está realizado en aluminio de alta resistencia y magnesio y sus ruedas (muy ligeras) se pueden desmontar también fácilmente. Además, el ‘secreto del eje’, como lo llaman sus creadores, es que está compuesto por muchas piezas individuales que trabajan en conjunto para que a los usuarios les sea fácil manejarlo. Tanto es así que se puede colocar en los pies para trabajar la parte inferior del cuerpo. ¡Milagro!

La longitud de la barra, el tamaño de las ruedas, la resistencia a la rodadura y el peso del eje (cinco quilos con las ruedas incluidas) están calibrados de manera que se consigue un entrenamiento atlético único que permite alargar y tonificar los grupos musculares a la vez. Y cuidadito porque según sus cálculos, en una clase de ejercicios de alta intensidad en la que utilicemos a ‘The Axle’ podemos llegar a quemar 750 calorías en tan solo 50 minutos.

 

Un trabajo muscular desafiante

No lo decimos nosotros, lo dice Marc Santa María, instructor jefe de la cadena de gimnasios Crunch Fitness donde han apostado fuerte por esta nueva herramienta: “No había nada parecido en el mercado hasta ahora. Lo realmente desafiante sucede porque las ruedas se mueven y giran, por lo que obliga a nuestro cuerpo a girar y a encontrar la fuerza y ​​el equilibrio necesarios en todos los diferentes planos de movimiento”.

Otra ventaja de ‘The Axle’ es que el hecho de que se deslice hace que sea ideal para comenzar a ejercitarse desde cero. “Al contrario de lo que ocurre con otros equipamientos deportivos este ayuda porque no opone resistencia. Su resistencia es la que ejerzas tú con tu propio cuerpo. Así que la persona que lo utiliza no se siente desesperada o frustrada como ocurre con otras máquinas o dispositivos”.

Y para rizar el rizo, los inventores de ‘The Axle’ lo venden online por el ¿módico? precio de 199 dólares. Si te animas, puede entrar en la sección de vídeos de su página web y así podrás utilizarla de forma fácil y segura. Porque no, todavía no ha llegado a España. Tendremos que esperar.