El deporte se recomienda siempre que queremos ponernos en forma, bajar kilos... pero ojo con lanzarse si tienes sobrepeso. Las personas obesas que pretenden transformar su cuerpo deben tener en cuenta las contraindicaciones del deporte y saber de qué manera repercute en su salud.

“El sobrepeso no permite realizar ejercicios de media o alta intensidad, ya que si no corremos el riesgo de tener lesiones musculares o de otra índole cuando el peso es excesivo. Por eso es importante realizar una dieta equilibrada y a medida que se baja de peso ir cambiando los patrones de ejercicios para lograr mejores resultados”, asegura el Dr. Adelardo Caballero, director del Instituto de Obesidad.

Deporte sí, pero con mucha precaución y, como recuerda el experto, acompañarlo de una dieta adecuada que permita que perdamos grasa, de lo contrario nunca conseguiremos que desaparezca aunque fortalezcamos músculos.

Lo importante es tener la voluntad de dar un giro y cambiar con cabeza, poco a poco. Para ello, sobre todo en aquellos que hasta el momento hayan llevado una vida sedentaria, puede servir simplemente moverse.

“Andar, dejar el sofá… Empezar por subir escaleras en lugar de usar el ascensor, ir andando a la compra, bajarse una parada antes del autobús. Otro método sencillo para consumir calorías es participar de forma más activa en las labores domésticas. Saber, por ejemplo, que al fregar el suelo se consumen 640 calorías, le animará. Es importante, que la actividad sea natural, sin forzar, y a partir de ahí aumentar el ritmo en el escenario que cada uno se sienta cómodo. En el momento en que el cuerpo se lo pida, puede iniciarse en caminar más deprisa, ir al gimnasio, bailes de salón o jugar al pádel”, aconseja el Dr. Villanueva es traumatólogo, director médico de Avanfi.

Para iniciarse en el deporte hay que ir de manera paulatina y buscar una actividad atractiva que nos enganche, eso sí, sometiéndose previamente a un chequeo con especialistas.

“Uno de los grandes riesgos es dañar las articulaciones, no sólo en las rodillas, sino también en caderas, tobillos, columna lumbar, rodillas y pies, que pueden verse afectadas por lesiones como tendinitis tibial posterior, dolor en el tendón de Aquiles, fascitis plantar. Además, puede ser frecuente la inflamación en los ligamentos o en la planta del pie”, explica el Dr Villanueva, que recuerda que el exceso de peso también aumenta la presión sobre el arco de la planta, siendo este sufrimiento es el precursor del dolor en el pie y la rodilla.

Así pues, los deportes que deberíamos dejar de lado en principio son el running, el fútbol o el tenis, siendo los más beneficiosos la natación, aeróbic, senderismo, pesas o ciclismo. Poco a poco, de menos a más... hay caminos que son largos pero seguros.