Tras un período de largo descanso, en el que los músculos se han relajado por completo, en el que el cuerpo ha permanecido durante varias horas en una misma posición y sin moverse, resulta difícil retomar los movimientos con habilidad los momentos posteriores a despertarte.

Nuestro cuerpo necesita una puesta en marcha gradual que permita restaurar el estado de activación de músculos y articulaciones para moverse de forma hábil.

¿Has observado alguna vez a los animales cómo se desperezan? ¿Qué tal si los imitamos nada más levantarnos?, Dedica 5 minutos nada más despertarte por las mañanas o de la siesta y notarás como tu cuerpo responde mejor.

Te propongo unos movimientos muy sencillos que podrás hacer incluso sentado en la cama.

Activa tus pies

Estira los pies
Estira los pies | Isabel del Barrio

Si vas a pasar una larga jornada de trabajo con un calzado cerrado, nada mejor que dar un pequeño masaje a la planta de tus pies con una pelota de tenis. Activarás la circulación y notarás un gran alivio.

Despierta tu columna

Despierta tu columna
Despierta tu columna | Isabel del Barrio

Tras varias horas en posición tumbados, la columna tiene rigidez, y necesitamos que se recuperen los espacios intervertebrales y activar la musculatura para poder mantenernos con postura óptima.

El clásico ejercicio del estiramiento del gato, movilizará la columna y eliminaremos la rigidez.

Estiramiento del perro

Estiramiento de la posición del perro
Estiramiento de la posición del perro | Isabel del Barrio

Si te atreves, desde la posición de cuatro patas, prueba a llevar el cóccix hacia el techo, los talones cerca del suelo y estirar tu espalda en esta posición del “perro boca abajo”. Nada mejor para estirar la cadena posterior. Recuerda cómo se estiran los perros.

Estírate y abre el pecho

Abre el pecho
Abre el pecho | Isabel del Barrio

Lo primero que nos sale al despertar es abrir los brazos, extenderlos ampliamente, ¿verdad?, Prueba a hacer lo mismo con los dedos pulgares apuntando hacia arriba, movilizando los hombros y estirando el pecho y los brazos.

Para terminar de poner al cuerpo en marcha y ducharte sin rigidez en tus hombros, moviliza tus hombros al mismo tiempo que estiramos el tríceps. No pasa nada si no alcanzas a tocarte las manos, lo interesante es abrir el pecho y movilizar tus hombros.

Con 5 minutos al despertarte te aseguro tu cuerpo y tú os sentiréis mucho mejor, sin tensiones y menos agarrotados. ¿Lo probamos?