Los caminos del éxodo estival son inescrutables. Hoteles, apartamentos alquilados… Playa, piscina… Norte, Sur. Camino de Santiago. Pero el común denominador es siempre el mismo: abandonamos nuestros hogares con destino a un lugar que nose s ajeno, con sus comidas, sus cocinas.

Estamos de vacaciones y el buen rollo nos invita a ‘fluir’. “Be water”, que diría  Bruce Lee. Es el momento perfecto para darnos esos ‘caprichitos’ de los que nos mantenemos alejados a lo largo del año. Una caña aquí, un ‘pescaíto allá’, que si un helado. Hemos trabajado duro durante once meses y nos lo merecemos.

Pero debemos de andarnos con ojo si no queremos que el ‘buenrollismo’ vacacional termine en un valle de lágrimas cuando, al regresar al encorsetado mundo real, no quepamos en los pantalones y el colesterol se nos dispare.

No es cuestión de pasarnos las vacaciones a verdura y pescado a la plancha sino de buscar la ‘adaptación’ que mejor nos venga, a nosotros y a nuestra salud. Los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) te lo ponen fácil y te ofrecen alternativas saludables para llevar en formato mochila:

Bocadillos: La combinación ideal estaría formada por “pan de centeno integral -contiene hasta 100 veces más cantidad de micronutrientes que los elaborados con harinas refinadas-, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, tomate en rodajas o triturado y lonchas de jamón serrano magro, quitándole la grasa, o bien ibérico de bellota o cebo”, explica Rubén Bravo, naturópata experto en nutrición y portavoz del IMEO.

Fiambrera saludable: “Se pueden preparar en casa, utilizando productos que puedan aguantar 24h fuera de la nevera”, aconseja Bravo. Para una actividad física alta o moderada, lo más recomendable es combinar “proteína con hidrato de carbono integral. Son mucho más saciantes, debido a su mayor contenido en fibra, y aportan mucho más minerales, vitaminas y oligoelementos. Previenen el estreñimiento, ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el colesterol”.  Ejemplos de estos platos estrella serían: “El arroz integral con pollo al curry -sustituyendo la nata por queso batido cero- y la lasaña con carne picada, tomate y pasta integral”.

En los días más relajados, en cambio, los expertos del IMEO apuestan por el clásico proteína +verdura. “Berenjena rellena con carne picada o pimientos asados con atún” son dos apuestas ganadoras”.

Y, hablando de apuestas ganadoras, las ensaladas completas se llevan la palma. “Podemos combinar brotes verdes, zanahoria rallada, lechuga y tomate, entre otros, con marisco cocido, filete de pollo, una lata de atún o taquitos de jamón york”, sugiere Rubén Bravo. Otra opción tentadora es la campera, sustituyendo “la patata por boniato que es un tubérculo de índice glucémico más bajo”.

En el caso de que vayamos a realizar una actividad de exigencia física alta (senderismo, montañismo, ciclismo…),  desde el IMEO invitan a priorizar opciones naturales y saludables, como “el chocolate negro, los frutos secos, las pipas sin sal, el kiwi o el plátano, que nos ayudarán a reponer los minerales que hayamos perdido”. Para aliviar las agujetas, “agua con limón con una pizca de azúcar moreno y un plátano, que además nos ayudará a evitar los calambres por su alto contenido de potasio”.