Rubén Bravo ha creado una dieta en la que los alimentos estrella tienen un alto contenido en grasas saludables. ¿Cómo es esto posible?

En ocasiones, es “fácil” pensar que por su elevado contenido calórico, una dieta sin grasa o con el mínimo de ella sería la solución para conseguir la pérdida de peso y una disminución de nuestra grasa acumulada. Pero no es cierto.

El tejido adiposo se encarga de almacenar la energía sobrante que nuestro cuerpo no utiliza para obtener energía, ya sea proveniente de los hidratos de carbono, de las proteínas o de la grasa, se almacena en forma de grasa, ya que es la forma más rentable de hacerlo (más kilocalorías-menos espacio).

Si no consumiéramos grasas, en pocas semanas moriríamos, ya que son imprescindibles para multitud de funciones en nuestro organismo, y, como veremos, grandes aliadas, no sólo para perder peso, sino también para mejorar nuestra salud y protegernos de multitud de enfermedades degenerativas.

Aunque redujéramos mucho la ingesta de grasas a través de la dieta, si comemos más de lo que nuestro cuerpo consume, nuestra reserva grasa continuará aumentado, independientemente de su procedencia; por lo que muchas veces la clave la encontraremos en buscar un equilibrio en el consumo de hidratos de carbono y de proteínas, maximizando su utilización a lo largo del día.

Tomar las grasas adecuadas en la cantidad recomendada en la Dieta de los Días Alternos te ayudará a:

1.- Mejorar los niveles de colesterol, protegiendo el sistema cardiovascular.

2.- Perder peso, pues las grasas adecuadas mejoran el sistema hormonal y el metabolismo.

3.- Protegerte de los estados de depresión.

4.- Protegerte del envejecimiento prematuro y las enfermedades inflamatorias degenerativas.

5.- Más años de vida y más vida a tus años. Los ácidos grasos Omega 3 tienen un efecto antiinflamatorio y protector frente a diversas patologías como el cáncer, la depresión, el infarto, el sobrepeso o la obesidad, demencia senil… mejorando parámetros tan importantes como el sistema inmunitario, la capacidad cognitiva, la memoria o el sistema endocrino.

La pregunta entonces sería  ¿qué grasas debo tomar habitualmente y cuáles debo restringir a cantidades moderadas?

1.- Grasas de ingesta habitual (todos los días): Pescado azul y blanco, frutos secos y frutas como el aguacate, jamón ibérico de bellota o cebo y el aceite de oliva virgen (primera presión en frío).

2.- Grasas de ingesta controlada o restringida (dos veces por semana): Aceites vegetales como aceite de girasol, de maíz o de soja, carnes grasas y yema de huevo.

3.- Grasas de ingesta ocasional o restringida (una vez a la semana): Margarinas, snacks salados como patatas fritas, pizzas, palomitas, la mayoría de salchichas industriales, embutidos y charcuterías grasas, tocino, panceta, beicon, mantequilla, nata, piel del pollo y productos elaborados con aceites vegetales saturados como la bollería industrial.

Se observa hasta un 60% más de riesgo de sufrir depresión tras el consumo regular de comida basura o “fast food”, con alto contenido de grasa que quienes consumen una dieta equilibrada con un aporte adecuado de frutas, verduras y pescado.

En concreto, la Dieta de los Días Alternos propone combinar tres días temáticos diferentes a lo largo de la semana, para conseguir los objetivos planteados. Estos días son:

- Días depurativos: Son días muy hipocalóricos, con comidas de planteamiento detoxificante y depurativos, que nos ayudarán a mejorar los niveles de retención de líquidos.

- Días de régimen: Diseñados sobre platos muy sabrosos, de fácil elaboración, pero equilibrados en niveles de hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables.

- Días sociales: Orientados para relajar la sensación de estar a dieta, y poder disfrutar de platos considerados “menos dietéticos” durante el fin de semana.