1.- Dieta de la sopa de repollo: sus profetas aseguran que se puede perder entre cinco y siete kilos en una semana. ¿Su secreto? Desayunar, almorzar y cenar... ¡sopa de repollo! Eso sí, también puede añadirse algo de fruta o proteínas a la plancha para desentumecer la lengua. No se recomienda seguirla durante más de siete días. De las flatulencias, mejor no hablamos.

2.- Dieta del pis: Así como suena. Muy a lo Txumari Alfaro. Básicamente, consiste en recoger el primer pis del día, dejarlo macerar durante un par de días y bebérselo en ayunas. La versión más ‘heavy’ aconseja que la micción proceda de una embarazada. Dicen que el bebedizo actúa como mano de santo en nuestros organismo, depurándolo, liberando toxinas y equilibrando las defensas.

3.- Dieta de la galleta o ‘diet cookie’: Inventada a mediados de la década de los 70 por un médico estadounidense para ayudar a adelgazar a sus pacientes obesos, consistía en comer sólo...¡galletas!  La lógica del doctor era aplastante: si comes galletas antes de cada comida se te quitará el hambre y no te cabrá nada más en el estómago.

4.- Dieta del gusano: Tan sencillo, y repulsivo, como introducirse un gusano intestinal. La tenia de toda la vida. La pérdida de peso es tan brutal como la longitud que puede alcanzar la criaturita en nuestro interior. Alien, una broma a su lado.

5.- Dieta de los cubitos de hielo: Tan efectiva, como estúpida. Consiste en lamer hielos para calmar el hambre. Absolutamente ridículo. Pero dicen que arrasa entre las ‘celebrities’.

6.- Dieta de los bebés: O lo que es lo mismo, alimentarse de los ‘potitos’ de toda la vida. Dicen las malas –o buenas- lenguas que la Reina Letizia y Lady Gaga están abonadas a esta dieta milagro que reduce a lo bestia el consumo de calorías.

7.- Dieta de la bella durmiente: Aunque resulte difícil de creer, el secreto radica en tomar somníferos para pasarse el día dormido y no comer. Las palabras se quedan cortas...

8.- Dieta aleluya: Ideada por un reverendo yanqui, propugna una alimentación basada en los usos y costumbres de Adán y Eva en el Paraíso: frutas, verduras y cereales integrales. ¡Amén!