A simple vista parece un juguete del pasado, sin embargo este pez de hierro pretende resolver un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo: la carencia de hierro en la sangre.
El 'condimento férreo' se llama Lucky Iron Fish y ha sido creado por el canadiense Christopher Charle con el objetivo de combatir la difícil situación que atraviesa Camboya donde a causa de una dieta pobre cerca del 44% de la población sufre anemia y disturbios alimentarios relacionados con la falta de hierro.
La idea surgió tras un viaje que Charles, graduado en ciencias, realizó a Camboya hace seis años. Durante su estancia pudo comprobar los efectos de la anemia en la población: niños débiles, mujeres agotadas, embarazadas con problemas de salud... Aquellas imágenes se quedaron grabadas en el científico que a partir de ese momento decidió buscar una solución al problema.
Así, inspirándose en otras investigaciones que aseguraban que cocinar en ollas de hierro incrementaba el contenido de la sustancia en los alimentos, decidió que ese metal podría ser un buen condimento.
Pero… ¿cómo funciona?
El mecanismo es extremadamente simple: basta con limpiar bien el pez antes de introducirlo en el agua en el que se preparará la comida, que en Camboya se compone principalmente de sopas y afines.
El 'pez' tendrá que estar en la cazuela durante al menos 10 minutos para dar tiempo a que se libere el hierro del objeto. Posteriormente se puede añadir unas gotas de limón al agua para facilitar la absorción de hierro y que se transfiera a los alimentos.
Este simple truco, permite satisfacer el 75% de la necesidad cotidiana de hierro de una persona adulta.
Pese a lo simple del acto, desde Lucky Iron Fish aseguran que no ha sido fácil convencer a la población camboyana de meter en su propia sopa este “ladrillo” de hierro.
De hecho, el primer prototipo, que tenía forma de flor de loto, fue totalmente rechazado por las comunidades rurales. Por ello, se decidió diseñarlo con forma del pez ya que éste es considerado como un símbolo de la salud y de felicidad.
Los resultados han sido más que satisfactorios: después de 6 meses de la utilización cotidiana, según se informa en la web del proyecto, los test clínicos han demostrado un notable aumento del nivel de hierro en sangre de los comensales, que ha ido consolidándose a lo largo de los sucesivos meses.
Tras un año, casi el 50% de las personas que ha formado parte del experimento ha podido resolver sus problemas de anemia. Son datos esperanzadores ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la anemia afecta en todo el mundo a 1620 millones de personas, lo que corresponde al 24,8% de la población.
De momento, desde la el Lucky Iron Fish aseguran estar buscando socios que compartan su compromiso “por un mundo más sano y más productivo” para convertir a este pez de hierro en un símbolo mundial de la lucha contra la desnutrición.