1.- Prepara un bowl grande de ensalada.

Me parece una buena idea comer una ensalada antes de cenar y de este modo te sentirás más lleno. Entiendo que preparar una ensalada cada noche aburre hasta a los más valientes, por eso te recomiendo hacer una ensalada que dure para varios días. Siempre dentro de unos límites claro. Si la lechuga está arrugada te habrás pasado de la fecha.

2.- Hazte tus paquetes de picoteo.

Ya sabes lo que dicen con las patatas fritas… cuando haces pop ya no hay stop ¿no? Te sientas a ver la tele, abres una bolsa de esas de sabor jamón y lo que último que haces es tirar la bolsa vacía a la basura. Para evitar esto prueba a meter en una bolsa hermética unos trozos de zanahoria, nueces, o fruta fresca.  Acabarás de fabricar tu picoteo de menos de 100 calorías.

3.- Ten a mano tazas y cucharas medidoras.

Está claro que si sabes la cantidad de ingredientes que pones al cocinar, sabrás la cantidad de calorías que estarás ingiriendo. Y esto, aunque suene raro, es una de las causas por las que la gente gana peso con facilidad. Además no son nada caras y sobre todo en repostería son de gran ayuda.

4.- Haz las frutas y verduras tan accesibles como las patatas.

Lava, corta y guarda alimentos como kiwis, fresas, zanahorias, pimientos, etc en algunos tuppers en la nevera para tenerlos siempre listos para tomar. Es más, si los colocas a la altura de los ojos te será más fácil caer en esta saludable tentación.

5.- Congela frutas y verduras.

Esta es de mis favoritas. Compra mucha fruta y verdura, trocéala y métela en bolsitas en el congelador. No sólo te ahorras unos eurillos al comprar a granel, sino que las tendrás siempre listas para hacerte un smoothie espectacular. Te recomiendo que pruebes a hacer las verduras en puré y congelarlas en una cubitera. Si los añades a tus sopas, salsas de tomate etc, quedarás como el mejor anfitrión.

6.- Deshazte de la comida poco saludable.

Esto no tienes que tomártelo al pie de la letra. Te recuerdo que no somos esclavos de la alimentación. Pero sí es cierto que si lo que predomina en tu cocina son los snacks fritos, los helados, y la bollería industrial, tienes todas las papeletas de no lograr bajar de peso ni incluso mantenerlo. Puedes dejarte algo como premio, pero escóndelo detrás de las bolsas de frutas y verduras.