Meteorismo. Flatulencias. Gases. Aires. El término varía. Pero sus consecuencias son siempres las mismas: molestias que rozan el dolor y un poco favorecedor hinchazón abdominal que mejora por las mañanas y alcanza su grado máximo al finalizar el día.

Su atormentadora presencia no sólo incomoda física y estéticamente sino que, lo que es todavía más preocupante, es el síntoma inequívoco de que algo estamos haciendo mal en nuestros hábitos alimenticios.

¿En qué nos estamos equivocando? Miriam Huerta, dietista-nutricionista de Clínica D-Medical, nos explica cuáles son las causas principales de este efecto pez globo estomacal:

1.- Comidas muy copiosas: “Cuando ingerimos mucha cantidad de comida, el estómago se distiende”, debido al extenuante trabajo al que se ve sometido para conseguir digerir los alimentos, dice la dietista.

2.- Comidas ricas en grasas: “Los alimentos muy ricos en grasa producen una digestión más lenta porque retrasan el paso de los alimentos del estómago al intestino. La consecuencia directa de esta ralentización es que el estómago se hincha y se producen más gases”, según Huerta.

3.- Picoteo: “Ese no parar de comer entre horas tan típico del verano en la playa o en la piscina es algo que deberíamos evitar por el bien de nuestra salud intestinal”, asevera la especialista.

4.- Comer mal: Comer con prisa, sin masticar o en una postura inadecuada hace que entre más aire del habitual y dificulta terriblemente nuestra digestión.

5.- Estreñimiento: “Una dieta pobre en frutas, verduras y agua hace que los alimentos permanezcan más tiempo del que deberían en nuestro intestino grueso y, por lo tanto, favorece la fermentación de las heces y la producción de gases”, explica Huerta.

6.- Sedentarismo: La falta de ejercicio físico también afecta a nuestras digestiones ya que hace que nuestro tránsito intestinal trabaje con mucho más lentitud.

7.- Masticar chicle: Un gesto tan aparentemente inofensivo como éste puede provocarnos “gases y acidez”.

Estos serían los hábitos alimenticios que deberíamos cambiar para evitar los gases, pero ¿Qué alimentos nos los producen? Miriam Huerta los enumera:

Alimentos grasos: Provocan digestiones más pesadas y un consiguiente hinchazón abdominal

Verduras crudas en exceso: “La cocción es un mecanismo de predigestión que favorece la absorción de los alimentos en nuestro organismo. Las verduras crudas -sobre todo las variedades más fibrosas como la lechuga- al no estar sometidas a este proceso, retrasan el vaciado gástrico”, explica Huerta.

Por este motivo, este tipo de alimentos necesitan  más tiempo para poder llegar a ser digeridos en su totalidad. Aun así, parte de su composición -como la fibra- llega sin digerir por completo hasta el intestino grueso donde se fermenta y produce gases.

Verduras cocidas muy ricas en fibra: Coliflor, col, repollo, coles de Bruselas, alcachofas son las más flatulentas.

Legumbres: Son alimentos muy ricos en fibra. Por lo tanto, requieren un trabajo extra de nuestro aparato digestivo para su asimilación.

Cereales integrales: También suelen ser una fuente desencadenante de gases “por su alto contenido en fibra”.

Bebidas gaseosas y carbonatadas: Generadoras de dióxido de carbono, hacen que nuestro organismo se llene de gases, expandiendo nuestros estómagos hasta el infinito y más allá.