Llegas de madrugada a casa, después de la típica cena de empresa que te ha dejado KO o en la de antiguos amigos del instituto de los que hacía años que no veías y te siguen haciendo el mismo bullying que antes. El caso es que has bebido demasiado y piensas… “no pasa nada, esto mañana lo quemo yo haciendo unos cuantos kilómetros”.

Esto, que a las 5 de la mañana te puede parecer una idea fantástica, no lo es en absoluto. Y no solo por el dolor de cabeza que vas a tener, sino porque tu cuerpo no lo va a tolerar bien a no ser que estés súper entrenado. Si aun así decides salir a correr para quitarte el dolor de cabeza, has de conocer qué es lo que está ocurriendo en tu cuerpo.

1.- El dolor de cabeza: no está provocado por el solo hecho de “he estado de fiesta y me duele la cabeza”, sino que es un proceso algo más complejo. El alcohol deshidrata tu cuerpo. Sí, como lo lees. Aunque pienses que por beberte un gintonic más vas a estar mejor hidratado, el efecto es todo lo contrario.

Al deshidratar tu cuerpo, también se deshidrata tu cerebro, creando una molestia permanente en la cabeza que la resumimos en “dolor de cabeza” post-borrachera.

2.- La deshidratación: uno de los principales motivos de que nos den las pájaras cuando salimos a correr son, precisamente, los episodios de deshidratación, por lo que si hemos salido por la noche y estamos de resaca con dolor de cabeza no parece lo más adecuado salir a correr por mucho que creamos que nos vamos a sentir mejor.

Además, si salimos a correr y es uno día caluroso, la exposición al sol, o solo con la elevada temperatura ambiental, pueden ser ya factores para provocar una mayor deshidratación en nuestro cuerpo y tener más problemas derivados de la resaca.

Así pues, nuestras recomendaciones para estos casos son las siguientes:

1.- No bebas hasta el punto de que vayas a tener una resaca del quince al día siguiente. Modérate, puesto que ingerir alcohol de manera continuada puede causar estragos en tu organismo.

2.- Si quieres hacer algo de deporte en el día de resaca, lo mejor es que te vayas a dar un buen paseo a ritmo intenso y con una botella de agua en la mano. Es una buena manera de volver a poner en circulación tu cuerpo y eliminar toxinas.

3.- Un truco: dicen las malas lenguas que si, después de haber bebido por la noche, antes de irte a dormir bebes unos buenos tragos de agua, estarás ayudando a tu cuerpo a no deshidratarse por los efectos del alcohol y la resaca será más llevadera.