¡Ya tenemos aquí la Semana Santa! Parece que fue ayer cuando estábamos atiborrándonos de polvorones, cordero y langostinos y ya ha llegado el primer puente del año. Sin duda es una oportunidad para volver a calzarnos (o seguir haciéndolo) las zapatillas. Vamos a repasar las ventajas que tiene correr en estas fechas tan señaladas.

1. Conocer nuevas rutas y ciudades

Si salimos de viaje, lo primero que tenemos que hacer es meter las zapas en la maleta. Siempre es posible encontrar un hueco para reconocer el terreno. Ya sea playa, montaña o una ciudad desconocida a la que viajemos. Puede ser interesante informarnos antes de viajar de posibles recorridos por los que podremos correr. Saber la distancia, la elevación y el lugar por donde discurre la ruta nos dará seguridad y evitará que nos perdamos o nos salgan más kilómetros de lo deseado.

2. Bajar los excesos

Cuando estamos de vacaciones tendemos a cometer algún que otro exceso y correr es una buena forma de compensarlos. Salir a desgastar suela por la mañana puede hacer que nos sintamos menos culpables si nos pasamos a la hora de la comida o la cena. Hay que cuidar el balance calórico sin descuidar el darnos algún que otro capricho, en mi caso un par de torrijas... ¡o tres!

3. Liberar tensiones

Si, lo sé, esta es una ventaja que el correr nos proporciona todos los días pero en Semana Santa puede salvarnos de un ataque de nervios. No todos los días tenemos que lidiar con la familia al completo, con organizar viajes, caravanas en la carretera, esperas en aeropuertos, visitas de ocio o culturales aguantando a cientos de personas o incluso asistir a procesiones. Hacer unos kilómetros antes o después de alguna de estas actividades hará que afrontemos el día de otra manera.

4. Olvidar que no has podido coger vacaciones

No todos somos tan afortunados de poder cogernos unos días para nuestro asueto y descanso. Ponerse las zapatillas y salir a correr nos puede servir para quitarnos las ansias de matar a todos esos amigos que llenan nuestras redes sociales con fotos de sus vacaciones. Es mano de santo, os lo aseguro, probad y veréis.

5. Posturear

¡Sí amigos y amigas! ¿Qué puede haber en este mundo que mole más que compartir una foto corriendo por alguno de los fantásticos lugares a los que viajaremos? Esa sensación de ver cómo los likes y comentarios se suman en tus redes sociales es gloria bendita. Por no hablar de lo que mola notar la envidia de tus amigos y followers. Eso sí, si te pasas no te extrañes con recibir algún unfollow e incluso algún block.

Un consejo antes de despedirme. Si salís a correr por alguna ciudad desconocida de la geografía española, no olvidéis consultar los horarios y los recorridos de las procesiones. No es plato de buen gusto toparte de frente con una yendo sudoroso y con prendas ‘fosforescentes’. La cara de póker que se te queda, es épica. Hablo por experiencia.

Después de leer estas razones, estoy seguro que esta Semana Santa va a caer algún que otro kilómetro, ¿verdad?