Es en enero cuando te lanzas a la calle con tus nuevas zapatillas deportivas que te has comprado en una tienda low-cost y empiezas a correr. Un día tras otro, sin descanso. Total, hay que adelgazar y cuanto más rápido lo hagas mejor, ¿verdad?

Al poco tiempo de estar con esta barbarie para tu cuerpo llegan los problemas, que pueden ir desde lo más común, una tendinitis rotuliana, hasta una fascitis plantar, o, en el peor de los casos, una artrosis rotuliana.

“En los últimos tiempos estamos viendo cómo están aumentando los casos que llegan a la consulta de corredores con artrosis rotuliana”, comenta el Dr. Javier Zamora, del departamento de Traumatología del Hospital San Francisco de Asís. Sin embargo, no es la lesión más habitual entre los corredores.

“La carrera es buenísima, pero hay que hacerlo con sentido común, de acuerdo con el nivel físico de cada uno: entrenando y estirando. A los que están durante toda la semana sentados en la oficina y después el fin de semana se van a jugar al pádel o a correr yo los llamo, en broma, ‘los domingueros del deporte’, y ahí vienen los problemas”, explica el doctor.

Y es que, como apunta el doctor, el running, al final, es muy buen deporte, que incluso está indicado para personas con diabetes en fase temprana o con hipertensión, “pero hay que buscar que el beneficio sea mayor que el riesgo, que no por salir a correr vayas a acabar limitado con artrosis rotuliana”.

Los datos en España son preocupantes: según la Sociedad Española de Reumatología, en los últimos años se han incrementado en un 15% el número de pacientes con patologías relativas a la práctica, en muchos casos indiscriminada y sin control, del running y otros deportes.

Ahora bien, los últimos estudios en el campo de la relación entre la artrosis y el running indican todo lo contrario: correr no causaría artrosis, según los investigadores de la Universidad Brigham Young.

Para demostrar esto, midieron los marcadores de inflamación en el líquido de la articulación de las rodillas a una muestra de 15 voluntarios entre 15 y 35 años y lo que encontraron fue que estos marcadores de inflamación se mantuvieron siempre en unos niveles similares. Sus conclusiones: el deporte moderado, como la carrera continua, podría "retrasar la aparición de enfermedades degenerativas de las articulaciones tales como la osteoartritis o artrosis", afirman.

Por tanto, ante una evidencia clara de que correr provoque, por ejemplo, artrosis, lo mejor es hacerlo, como indica el doctor Zamora, con sentido común, entrenamiento y preparación, poniendo especial énfasis en el calentamiento, los estiramientos y la planificación.