La condromalacia es una afectación degenerativa de los cartílagos
de la rodilla que te puede dejar, directamente, sin practicar tu deporte
favorito o sin poder llevar a cabo acciones tan cotidianas como agacharte,
ponerte de cuclillas o subir y bajar escaleras.
Si te has fijado, te habrás sorprendido. Casi siempre,
cuando preguntas a alguien por qué le duele la rodilla, te dice: “condromalacia
rotuliana”. Y es que, como si se tratara de una epidemia, los casos por esta
lesión están creciendo como la espuma, y hay que saber por qué se produce y
cómo se puede evitar o tratar.
Pablo Gil, fisioterapeuta de FisioTime no deja lugar a
dudas: “el impacto repetido sobre una articulación, junto con el sobrepeso, es
una de las principales causas de la condromalacia rotuliana”, apunta.
Sin embargo, desde el punto de vista más médico, también
influye “una disminución del aporte de sangre a la zona, debido a alguna otra enfermedad,
o que la rótula roce más en un lado de la rodilla que en el otro”, explica Gil.
Además del dolor típico que ya de por sí produce la
condromalacia, y que te puede impedir o molestar al agacharte, hacer cambios de
dirección mientras corres, pisar los pedales del coche, o ponerte de pie, hay
que tener cuidado por las lesiones sobrevenidas que puede acarrear.
La condromalacia rotuliana es una de las lesiones más comunes de los deportes con impacto
“Es muy común que, al no tener amortiguación en la rodilla debido a la condromalacia, sufran otras partes del cuerpo, por lo que también es muy común lesiones en cadera, en columna vertebral o en las cervicales al mismo tiempo que en la rodilla”, explica el fisioterapeuta.
Lo peor que te puede pasar, si sigues con condromalacia
durante mucho tiempo sin tratar es que se produzca o se acelere la artrosis,
cuyo carácter es crónico y que, actualmente, afecta a más de siete millones de
personas en España.
Para tratar una condromalacia existen diferentes técnicas.
Desde el punto de vista de la fisioterapia, Pablo Gil lo explica: “lo que
hacemos es estabilizar la articulación, porque la rótula tiene que ser como las
riendas de un caballo, en las que tienes que tirar al mismo tiempo y con la
misma fuerza si quieres que el caballo siga recto”.
Se suele empezar por un trabajo antiinflamatorio pero, en
función del grado de afectación de la condromalacia, el tratamiento puede
variar. “Se trabaja sobre todo con ejercicios excéntricos, con cargas
negativas, Split, con el objetivo de fortalecer los cuádriceps y favorecer la
alineación del vasto interno y del vasto externo”, concluye Gil.
Otros tratamientos como la punción seca también puede tener
buenos resultados y, aunque se están probando con tratamientos a base de
células madre, para el mortal de los comunes aún no es accesible.
Así que, si te empieza a doler la rodilla, lo mejor que
puedes hacer es ir al médico y que te hagan una resonancia, pues es la mejor
prueba para ver el grado de afectación de la condromalacia. Cuanto antes la trates, mejor te irá.