El Bimi es una planta de la familia Brassicaceae, al igual que el brócoli, y cuyo nacimiento está datado en 1993 en Japón donde, de manera natural, se mezclaron las plantas del brócoli con el Kai-lan, un tipo de col oriental.

Fruto de esa unión nació la que hoy en día está considerada como una superverdura que se está comenzando a poner de moda en los estantes de los principales supermercados y también en las dietas de los nutricionistas.

Sus propiedades son mayores que el brócoli: “dispone de más zinc, ácido fólico, antioxidantes y vitamina C que los espárragos verdes, el brócoli tradicional, la col rizada y las espinacas. Es rico en glucosinolatos, un agente anticancerígeno propio de las brásicas. Contiene sinigrina, que favorece la eliminación de las células precancerosas”, según indican en la página web que se está encargando de comercializarlo en España.

¿Y en qué se diferencia del brócoli?

Nada más coger un trozo de Bimi ya nos podemos dar cuenta de la primera diferencia palpable: el tallo es más delgado y más tierno que el del brócoli.

Esto hace que el Bimi se pueda comer tanto cocido o al vapor, como toda verdura, o crudo, ya que es más blando y, por tanto, se digiere mejor que si comes brócoli o coliflor sin pasar antes por la olla.

El resto de las diferencias están en su interior. El Bimi, por ejemplo, tiene un sabor más suave y dulce que el del brócoli tradicional, así que no te extrañes si comienzas a verlo en ensaladas de restaurantes cool.

¿Y en las dietas?

Los dietistas y nutricionistas están comenzando a cambiar el brócoli por el Bimi debido a varios factores que son más beneficiosos para la dieta:

1.- Al tener mejor sabor, es más amigable de cara a tener que comerlo varias veces por semana en las dietas de choque.

2.- Las flores de la parte superior del Bimi tienen más cantidad de fibra, proteína y minerales, lo que convierte al Bimi en más saciante que el brócoli.

3.- Es rico en vitaminas B6, C y E, tiene carotenos y también ácido fólico, por lo que también es apto para las mujeres que estén embarazadas o estén pensando en tener un bebé.

4.- Tiene una buena dosis de Omega-3, un ácido graso esencial, así como glucosinolatos naturales, que, en última instancia, ayudan a prevenir el cáncer.