Después de las vacaciones y fiestas, ha comenzado la ya conocida “operación turrón”, y como locos por bajar esos excesos de las comidas y cenas navideñas. Sin embargo, pasadas un par de semanas, en la mayoría de los casos, no se tienen los resultados esperados, ello conlleva decepciones y a llevar las dietas de moda que no hacen más que provocar verdaderos desastres, una y otra vez.

Hay 5 cosas muy sencillas que tenemos que tener en cuenta y debemos evitar si queremos que nuestro plan de nutrición para perder peso sea todo un éxito.

1.Dieta vs. Plan de Nutrición

Lo primero de todo, olvidar la palabra DIETA, que no es más una palabra que ya de por sí tiene connotaciones negativas, y si seguimos las dietas de moda, por norma general, tienen efecto rebote; además de que suelen restringir algún grupo alimenticio, lo que hace que lo asociemos a pasar hambre.

Perder peso y NO PASAR HAMBRE son totalmente compatibles si lo que haces es alimentarte correctamente y no restringir ingesta a tu preciado “body”.

En lugar de Dieta, usa mejor el concepto de plan nutricional. Tu mente lo recibirá con una actitud más positiva.

2 . La ausencia de un objetivo concreto. ¿Perder peso?, ¿Cuánto, en cuánto tiempo?, ¿Por qué?

Es importante que cambiemos el punto de vista. Además queremos que el resultado se mantenga en el tiempo, y estar sanos. Restringir, prohibir alimentos a nuestro organismo puede ir en nuestra contra. Porque en este tipo de “dietas”, lo que se hace es un corte drástico de aporte calórico

De manera que en lugar de obsesionarnos con ese resultado de "pérdida de peso", es mejor centrarse en el proceso que conducirá a dicho resultado. Es decir, en el proceso de toma de nuevo hábitos en nuestro día a día, que hará que luego perduren en el tiempo: nutrición rica en proteínas, hidratos de carbono, grasas saludables, ingesta de agua, aumentar el número de tomas al día, comer lo necesario, ni más sin menos, dormir bien, realizar actividad física. Son algunas de las cosas que pueden ir haciéndose diariamente.

Al final, un buen resultado depende de los pequeños cambios que se van haciendo día a tras día.

3. Dale la gasolina de la buena a tu cuerpo.

Al igual que los coches, el correcto funcionamiento depende del combustible que le eches. Todos sabemos que no vale cualquier cosa, y que si a coche que funciona con gasoil le echas gasolina, el desastre está asegurado.

Pues sucede lo mismo con nuestro organismo y su correcto funcionamiento. Si no le damos el combustible correcto, solo lo alimentamos, tanto cerebro como resto de órganos y funciones dejar de trabajar correctamente.

La clave está en cómo te nutras y qué nutrientes y alimentos le des a tu cuerpo; para ello no es necesario dejar de comer. No es necesario reducir la ingesta de hidratos, sí reducir aquellos alimentos que no te aportan los nutrientes necesarios. El organismo necesita de todo tipo de nutrientes para poder funcionar correctamente, por eso no hay que dejar de tomar hidratos de carbono para perder peso.

La clave es que cada comida debe contener la cantidad correcta de proteínas, hidratos, grasas, y en buscar el equilibrio está la clave. Aquí el objetivo estará centrado en cómo dar la gasolina correcta al cuerpo para que funcione correctamente. Nuevamente, céntrate en el proceso y el resultado vendrá solo.

4. El “Ahorro” de comida.

Esto suele ocurrir cuando se tiene un evento, comida o cena, y como se es consciente de que la ingesta será mayor y con algún exceso, entonces, reducimos las comidas e ingestas anteriores, nos ponemos en modo “Ahorro”, para luego hincharnos a comer.

Sin duda este es uno de los mayores errores. ¿Por qué?, Porque efectivamente, llegado el momento comerás aún más antes la privación a la que has sometido a tu organismo; además de digestiones más pesadas y la sensación de estar horriblemente lleno, invadirá la sensación de culpa por haber comido tanto, y al día siguiente suele repetirse lo mismo. “Hoy reduzco las comidas porque ayer me pasé”.

De esta manera, no sólo no bajarás peso sino que lo cogerás. Ante la falta de nutrientes entre comida y comida, el organismo se pone en estado de reserva, de manera que acumula y guarda absolutamente todo (aunque solo decidas comer una pieza de fruta y una ensalada).

Reparte bien tus 5 comidas al día y evitarás llegar con hambre. Ten a tu organismo trabajando metabólicamente todo el día, que no se vuelva vago.

5. ¿Rápido y limpio?

Muchos piensan que esas dietas rápidas y de limpieza conllevan a una pérdida de peso, sin embargo, más si eres deportista, no se está valorando la pérdida de masa muscular y reducción del metabolismo, en ese proceso de dieta rápida. Es cierto que se puede producir una pérdida de peso pero a costa de aumentar tu metabolismo basal (en estado de reposo) y tu masa muscular.

La conclusión es clara, y hay que ir a lo sencillo. Céntrate en el proceso, día a día, busca alimentos que te nutran de verdad, reparte tu ingesta diaria en -6 tomas diarias, y los resultados vendrás solos.

No te privarás de comer, perderás grasa y aprenderás a nutrirte mejor. Consulta a un nutricionista para que te realice un plan nutricional personalizado. Recuerda que cada individuo es un mundo.