Dejar de tomar alcohol no es tan fácil, ya que vivimos en una sociedad en la que prácticamente está instaurado el consumo del alcohol ya sea por tradición o por facilidad de acceso a estas bebidas. “Se ve tan normal beber alcohol que a veces la persona que no bebe sufre la presión de los demás, por eso puede ser un problema para aquellas personas que quieran dejar de beber”, explica Marta Bermejo psicóloga del centro de Psicología Clínica Psicomaster. ¿El truco? Aprender a hacer lo mismo, pero sin consumir alcohol.

Dejar de tomar alcohol

El alemán Tobias van Schneider, un diseñador para grandes empresas residente en Nueva York, escribió hace poco sobre los efectos que le causaron dejar de beber alcohol durante 15 meses.

A parte de ahorrar casi 1.000 euros en el primer mes de dejar de tomar bebidas alcohólicas. El diseñador de marcas como Spotify y Google, explica que para gastar esa cantidad de dinero tiene que desembolsar al día unos 30 euros y cada bebida son unos 10 euros. Schneider apunta que “hay quien pueda pensar que es alcoholismo puro y duro, pero tomar una o dos bebidas al día en Nueva York es perfectamente normal”.

Además, como comentábamos unas líneas más arriba, el factor social es clave a la hora de consumir alcohol. El diseñador explica que desde que no bebe sale menos y destaca que “Ver cómo la cultura de la bebida desaparece poco a poco de tu vida es una sensación genial”. Además continúa, “me di cuenta de cuántas amistades se basan en los hábitos de bebida”.

Eliminar el alcohol de nuestra dieta ayuda a mejorar la calidad del sueño ya que “ahora duermo mejor y me levanto con más energía”. Tobias continúa argumentando que aunque “sólo hubiera bebido dos cervezas la noche anterior, notaba los efectos a la mañana siguiente” y hace un guiño en su blog apuntando que los veinteañeros ignoren esta frase porque no les afecta.

Para acabar, el diseñador agrega que dejó de tomar alcohol “por mera curiosidad” y el resultado le ha gustado tanto que “no tengo intención ni ganas de volver a beber alcohol otra vez”.

Un mes de abstinencia

Un estudio británico refleja que darse un descanso de bebidas alcohólicas durante un mes “podría mejorar notablemente los niveles hepáticos, la presión arterial y el colesterol”. Durante las cuatro semanas que duró el estudio, los participantes perdieron unos 3 kilos, redujeron un 40% la grasa del hígado y sus niveles de colesterol mejoraron. Además, los daños causados en el hígado por el alcohol empezaron a repararse por sí mismos. “Este órgano enferma si el consumo es elevado y continuo apareciendo una inflamación conocida como hepatitis alcohólica que puede desencadenar en cirrosis hepática”, según indica la nutricionista Sarai Alonso.

Consumo recomendado

El alcohol es un producto que trae consigo luces y sombras, pero ten en cuenta que “el posible beneficio se produciría exclusivamente en relación a un consumo moderado del mismo (20-30g de alcohol como máximo)”, apunta Alicia Aguilar nutricionista y profesora de los estudios de ciencias de la salud de la UOC.