¿Quién no ha oído alguna vez hablar de la milagrosa dieta del Dr. Atkins o de la polémica que ha envuelto desde siempre al Dr. Dukan y su dieta homónima? Estos dos doctores son los creadores de las, posiblemente, más famosas dietas restrictivas que existen actualmente, y los dos tienen un punto en común en el desarrollo de las mismas: el aumento de la ingesta de proteínas en contra de los hidratos de carbono.

Todo ello con un mismo objetivo: acelerar la cetosis; es decir, el proceso por el cual el cuerpo humano empieza a quemar grasa para producir energía al no tener aportes de carbohidratos, incluyendo en esa ‘hoguera’ las propias reservas del individuo. Pero, que no te engañen: si pierdes peso en los primeros días es porque el cuerpo humano reacciona eliminando agua de los tejidos musculares.

Sin embargo, a pesar de los buenos resultados cortoplacistas que se producen con este tipo de dietas, a largo plazo los efectos secundarios son peligrosos. Lo más fácil que te puede ocurrir al dejar la dieta es que recuperes el peso desde el cual la iniciaste y, de propina, ganes unos cuantos kilos de más. Es el temido efecto yoyo o efecto rebote y, antes o después, llegará.

¡Larga vida al hidrato del carbono!

Así pues, lo único que podemos hacer es dar todo nuestro apoyo al tan perjudicado hidrato del carbono. Es evidente que, si durante el día no paras de comer pan, bollos, patatas, bebidas gaseosas, etc., al final acabes ‘rellenito’ pero, ingeridos con cierto orden, medición y selección, los hidratos de carbono son más que beneficiosos para nuestro día a día.

¿Por qué? Porque según la Cantidad Diaria Recomendada de alimentos, los hidratos deben ser entre el 40 y el 65% del total de calorías por día. Además, nos aportan la energía que necesitamos para movernos, es la gasolina que nos mantiene en pie y, tanto si te consideras de diésel o de sin plomo, es básica para poder arrancar el motor por las mañanas y llegar al trabajo con una sonrisa y no con cara de acelga. También los hidratos de carbono son los encargados de crear la glucosa una vez son digeridos, y esta es de suma importancia para mantener el cerebro despierto y alerta.

Con todo esto, en el próximo carro de la compra que hagas no pueden faltar alimentos con hidratos de carbono beneficiosos para tu cuerpo, como la fibra, la avena, espárragos, aguacates, zanahorias, nueces, pasas o arroz.