Aparte del tráfico, ¿cuál es uno de los principales problemas que te encuentras cuando vas en bici por las grandes ciudades? Pues sí, la contaminación. Admítelo, no te gusta nada el verte obligado a respirar todo el humo del tubo de escape del coche que llevas delante.

Y es que, los que eligen la bicicleta como medio de transporte contribuyen a conseguir un aire más limpio en las ciudades pero eso no les exime de 'tragarse', mientras pedalean, toda la contaminación que hay a su alrededor. Al menos, hasta ahora, porque con el invento que te vamos a mostrar no es sólo que no contamines, sino que además consigues purificar el aire que respiras mientras haces deporte.

Desde el estudio del emprendedor holandés Daan Roosegaarde ha surgido la idea de dotar a las bicicletas de un sistema de limpieza del aire, similar al que se utiliza en hospitales, que contribuye a acabar con la contaminación y de paso, a que el ciclista respire aire puro ya que se pone en funcionamiento cada vez que éste pedalea.

El aparato, que limpian el aire mediante ionización, se encuentra en la parte delantera de la bici y expele el aire limpio a la altura de la cara del ciclista, lo que le permitiría utilizarla también los días en los que el nivel de contaminación es alto. “Es un modelo perfecto" asegura Roosegaarde, “ya que tiene una doble función: limpia el aire y disminuye la congestión”.

El proyecto, presentado en el Foro Económico Mundial que se celebró en Dalian, (China), se encuentra todavía en una primera fase de desarrollo pero se espera que el prototipo, que se está desarrollando en colaboración con la Universidad china de Tongji, esté terminado en octubre de 2017. Por lo que estas bicis estarán circulando por las calles a finales de este año, primero en las ciudades chinas y más tarde en las europeas.

El proyecto cuenta además con un gran impulso en el mercado chino ya que será introducido por OFO, el programa de bicicletas compartidas más grande de China (tiene más de 20 millones de usuarios registrados).

"El objetivo final es tener alrededor de 2,5 millones de bicicletas 'libres de contaminación' en una ciudad como Pekín, para ayudar a reducir la polución entre un 5 y 15 por ciento en los próximos dos años", afirma Roosegaarde.

La experiencia

Pese a que hay que esperar todavía unos meses para saber cómo se va desarrollando el proyecto, lo cierto es que el estudio de Roosgarde está avalado por la experiencia ya que fueron los responsables de la creación de la Torre Libre de Contaminación, una construcción de siete metros capaz de filtrar y purificar en un día un volumen de aire equivalente al que ocupa un estadio de fútbol, y que presentó en Pekín el año pasado.

Quién sabe si esta bicicleta no será el pequeño gran paso que se necesita para instaurar las dos ruedas como principal medio de trasnporte en las ciudades...