1.- Abrazar un árbol. Ésta es una postura típica del Chi Kung, el yoga chino. Para hacerla, abre las piernas, con pies y rodillas hacia fuera, y mantén los brazos a la altura del pecho como si abrazaras un árbol. Al inhalar expande la caja torácica, al exhalar, cierra costillas y lleva el abdomen hacia dentro. Aguanta el tiempo que puedas.
2.- Virabhadrasana o postura del guerrero II, la asana clásica para trabajar piernas. Flexiona una pierna a 90º, haciendo coincidir tobillo y rodilla. Estira la otra pierna y mete el pie hacia dentro. Estira los brazos en línea con los hombros y mantén al menos 2 minutos.
3.- Utkatasana o pose intensa. Para hacer esta “sentadilla de yoga” junta las rodillas y los pies, separando ligeramente los talones, y pon el peso en ellos. Mantén los brazos dibujando una “uve” a los lados de la cabeza. Mantén como mínimo 2 minutos.
4.- Parivrtta Parsvakonasana. Una postura en torsión que va a retar a vuestras piernas y a vuestro equilibrio. Comienza apoyando la rodilla, une las manos en namasté, inhala y, al exhalar, gira y apoya el brazo contrario en la pierna empujándola para girar el torso. ¿El reto? Despegar la rodilla.
5.- Garudasana o pose del águila. En los equilibrios las piernas tienen que reclutar muchas más fibras musculares para mantener la postura. Flexiona las piernas y pasa una por encima. Enlaza los brazos y, exhalando, tira de ellos hacia arriba. Si quieres más, ¡despega el pie!
Cómo habéis visto, en yoga hay asanas muy originales para tonificar las piernas. Mi consejo es repetir la serie de 2 a 3 veces, al menos dos días en semana. Podéis hacerla en cualquier sitio y no os llevará más de 15 minutos.