Aunque estemos a veces obligados a vivir en la ciudad, las personas prefieren la naturaleza antes que las construcciones, y es un hecho demostrado que quienes viven en entornos naturales sufren menos problemas de estrés que las que no.

Si vas al médico y le dices que tienes mucho estrés, lo primero que te va a decir es que te relajes (¡Gracias!) y, lo segundo, que te tomes un ansiolítico si tienes algún pico puntual. Pero la solución podría no ser ninguna de esas dos, sino mirar detenidamente a un acuario lleno de peces.

Sí, sí, como lo lees. Ya sabemos que es complicado tener un acuario, por ejemplo, en el lugar donde trabajas, a no ser que trabajes en Google, donde sí que disponen de ellos, pero al menos en casa, para tus momentos más calmados, te puedes hacer con uno de ellos.

Y todo esto, que puede parecer una idea loca, tiene su explicación científica, y viene desde Inglaterra. Allí, Deborah Cracknell, investigadora principal en el National Marine Aquarium (Plymouth, Inglaterra) ha elaborado un estudio en el que así lo afirma.

Más en concreto, llevaron a cabo el experimento con el acuario de 550.000 litros de agua únicamente decorado con la ornamentación habitual, pero sin peces. Después, con algunos invertebrados y un primer grupo de peces. Y, por último, con las 22 especies de peces que conviven en él.

Cuando el primer grupo de personas veían el acuario sin peces, sus niveles de presión arterial y pulsaciones eran más elevadas que los que lo vieron a posteriori, cuando ya tenía algunos peces y cuando estaba a plena capacidad.

Según la investigadora autora de este estudio, los resultados del mismo son una pequeña muestra de qué dosis haría falta para, realmente, poder “desestresar” a una persona a base de observar la naturaleza.

Sin embargo, y aquí hay que reconocer que barre para casa, afirma que sería muy positivo que las personas que viven en ciudades reconectaran con la naturaleza pero que esto también produciría un efecto de degradación del entorno natural con la visita de tanta gente, por lo que localizaciones como los acuarios artificiales deberían tener mucha más importancia y presencia en las ciudades. Al final, lo que sea para no ir al gimnasio.