Aunque acaba de ponerse de moda en Nueva York, el naked yoga o yoga nudista ya cuenta en España con muchos aficionados. Se trata de una modalidad que se practica totalmente desnudo.

Esa es la gran diferencia que salta a la vista respecto a los tipos de yoga tradicionales. Mismas posturas, mismos beneficios... Pero, aunque a simple vista parece que solo cambia la ausencia de ropa, quienes lo practican aseguran que hacer yoga desnudos aporta una mayor sensación de libertad e integración.

Manu Bermejo, profesor de yoga nudista para hombres del centro Biotantrahombres asegura que esta modalidad “ayuda a aumentar la autoestima, así como a aceptar y a querer al cuerpo tal y como es, evitando comparar el físico de cada uno con el de los demás”. S

egún Bermejo, con el yoga nudista “el equilibrio que se consigue es mayor y se está mucho más receptivo”. El experto, además, destaca que practicar el yoga desnudo “es mucho más divertido”.

Los hombres que practican yoga nudista reconocen que la motivación de hacerlo es encontrarse libres al no llevar puesta ninguna prenda. “Lo que buscan es sentirse realmente liberados y estar con gente que piensa igual que ellos en este sentido”, cuenta Manu Bermejo, quien añade que “la gente va a probar y a sentir cuál es esa sensación de liberación”.

Igual que el que se practica vestido, el yoga nudista ofrece muchos beneficios físicos. Las asanas o posturas que se realizan tonifican todas las zonas del cuerpo, consiguiendo además fortalecer los músculos.

La práctica habitual hace incrementar la resistencia y ayuda a tener una anatomía más flexible. El quitarse la ropa no resta, sino que suma. Y es que el naked yoga da más energía y mejora la circulación sanguínea.

A las clases de yoga nudista acude todo tipo de hombres con diferentes edades y orientaciones sexuales. “A mis talleres va gente desde veinte a setenta años; gays, heterosexuales y bisexuales”, cuenta Bermejo. Según el experto, la motivación principal que tienen es “probar algo nuevo y experimentar los beneficios de esta práctica”.

Más allá de lo físico, el los hombres que hacen yoga desnudos consiguen una mejor concentración, mayor estabilidad emocional, autoconocimiento y mayor control para la mente. Fuera de clase, junto con la ropa, se quedan el pudor y los tabúes.

“Los que vienen a los talleres ya saben a dónde van. Tienen claro que van a desnudarse y ya vienen concienciados”, asegura el profesor Manu Bermejo. El experto añade que “cuando entras a clase el físico no importa porque ya sabes a lo que vas: a trabajar tu cuerpo, tu mente y tu espíritu”.

Las clases de yoga nudista pueden hacerse de forma individual o en grupo. “Al estar en contacto con otras personas se pueden producir erecciones. Es algo normal, pero suelen durar poquísimo ya que con la respiración, la concentración y las asanas las cosas vuelven a su sitio” explica Bermejo. El experto aclara que “normalmente todo fluye y va bien, ya que la mayoría de la gente sabe a dónde va y no suele haber ningún problema”.

Al no llevar ropa, es aún más importante cuidar mucho la higiene antes de ir a clase de yoga nudista. Las pautas que se da a las personas que practican la actividad por primera vez es que estén tranquilas y concentradas para realizar bien las posturas.

“Al ver los cuerpos desnudos pueden ponerse un poco nerviosos”, reconoce el profesor Manu Bermejo. Sin duda, el yoga nudista es una muy buena opción para aquellos que quieren conectar mejor consigo mismos y sentirse aún más a gusto con su cuerpo.