¿Has llegado a los 45 y te has dado cuenta de que los pantalones que usabas hace un tiempo ya no te sirven? No te preocupes, no es tu culpa. La edad tiene esas “pequeñas” desventajas, pero hay soluciones para que no tengas que cambiar toda la ropa del armario.

Y es que con la llegada de la “madurez” personal el cuerpo comienza a acumular grasa alrededor del abdomen, y esto no solo puede representar un problema de estilismo, que al final es lo de menos, sino un problema para tu salud, que es lo más importante.

¿Por qué aparece esta barriga de la mediana edad?

Existen diversos motivos por los que puede aparecer esta acumulación de grasa en la cintura a partir de los 45 años. Los más comunes suelen ser estos:

1.- Cambios hormonales

Aunque aún puede que no hayas llegado a la menopausia, con la edad podrías estar experimentando cambios hormonales propios de cumplir años, sin más. Por ejemplo, los niveles de progesterona está demostrado que comienzan a descender a partir de los 35 años y, cuanto más te acercas a la menopausia, más se acelera la disminución.

Además, con la menopausia o la época justo anterior a ella, también ocurren otra serie de cambios hormonales que provocan que la grasa se acumule en la cintura y el abdomen. Por ejemplo, las células corporales empiezan a acumular más grasa en su interior y cada vez se hace más complicado eliminarla.

2.- El metabolismo desacelera

Con el paso del tiempo, el metabolismo que solemos tener bastante activado cuando somos jóvenes se va ralentizando según vamos avanzando en edad. Esto significa que a nuestro cuerpo le costará más quemar calorías tan rápido como nos gustaría. De hecho, una misma comida ingerida a los 35 y a los 45 años será más difícil de quemar en el segundo caso.

3.- Vida más sedentaria y estrés

Pueden parecer términos opuestos, pero realmente están muy relacionados. Según vamos cumpliendo años nuestros gustos y preferencias también cambian. Donde antes nos apetecía ir a una discoteca a darlo todo ahora nos apetece estar en el sofá de casa viendo la TV o cenando tranquilamente con los amigos, y apreciamos más el estar sentados y tranquilos que estar por ahí de marcha.

Del mismo modo, sufrimos más estrés en nuestras vidas laborales, así que cuando llegamos a casa vemos al sofá como nuestro mejor aliado y dejamos que nos acoja en su seno como si no hubiera un mañana. Todo eso influye a la hora de ganar peso.

4.- Pérdida muscular

El último punto que también afecta a la ganancia de peso y de grasa abdominal en la cintura cuando llegamos a una mediana edad tiene que ver con la pérdida muscular asociada a la edad.

Realmente comenzamos a perder masa muscular a partir de los 30, pero cuando alcanzamos la mitad de los 40 la velocidad se incrementa y se une a la pérdida ósea que está relacionada con la menopausia, por lo que es importante llevar un buen control médico con la realización de pruebas como la densitometría ósea.

Si estás en esta situación, en breve podrás leer aquí varios trucos para intentar retrasar la aparición de esa barriga de la mediana edad. ¡No te los pierdas!