He de reconocer que en el momento de escribir estas líneas me encuentro en el césped de la piscina de la urbanización, con la piscina al lado y, por qué no decirlo, al fresquito después de un baño que ha motivado este artículo.

Los beneficios de la natación son incontables, y no lo digo únicamente por haber estado nadando un buen rato hace un momento, sino porque están sobradamente demostrados los beneficios de nadar tanto para ponerse en forma como para recuperarse de lesiones óseas y musculares. Aquí van algunos.

1.- Te relajas: nadar tiene un componente importante de relajación. Al fin y al cabo estáis el agua y tú, tú y el agua, y no hay elementos externos que os interrumpan en vuestra relación. Si, además, usas tapones para que no se te meta el agua en los oídos, el aislamiento es total y la sensación de relajación mucho mayor.

2.- Te pones en forma: si vives en una urbanización y la piscina es pequeñita te costará un poco más, pero, igualmente, de algo te servirá. Con la natación moverás prácticamente todos los músculos de tu cuerpo, por lo que es un ejercicio ideal sobre todo para tonificarlos. No esperes ponerte con Michael Phelps en la piscina de 20 metros de largo, pero algo positivo te hará seguro.

3.- Despejas la mente: relacionado con el primer punto, al estar nadando únicamente tienes que pensar en la respiración y en realizar un movimiento adecuado y una buena técnica para evitar lesiones. Cuando tengas esto controlado, podrás dejar la mente en blanco y olvidarte del trabajo y del estrés del día a día.

4.- Nuevas ideas: en el agua también pueden te pueden venir a la cabeza nuevas ideas. Sin ir más lejos, este artículo nace fruto de unos cuantos largos en la piscina y la necesidad de compartir los beneficios que, en ese momento, me estaba aportando la natación. Es solo un ejemplo, pero quién sabe si no se te ocurrirá dentro del agua la idea de negocio que estabas tratando de hallar por todos los medios.

5.- No tiene impacto: otra de las virtudes de la natación es que es apta para todo el mundo. Si estás con sobrepeso y quieres empezar a ponerte en forma y a quemar calorías, la natación puede ser tu aliada.

Además, no tiene impacto para tus articulaciones, como el running, por lo que tus rodillas y tobillos no sufrirán el impacto de tu peso contra el suelo.

Por último, procura nadar siempre que esté la persona encargada de socorrerte en el caso que te ocurra algún problema dentro del agua y, si vives en una urbanización, intenta nadar cuando los niños no tienen la piscina invadida.