Eso está genial, siempre hay que tener claro el objetivo por el que vamos a luchar, pero tampoco hay que dejar de lado las piedras que nos vamos a encontrar en el camino.

Sobre todo si el volumen de grasa corporal que queremos perder es considerable, es muy importante mantener la cabeza bien alta, teniendo claro por el camino que vamos, aunque nos siga sin gustar nuestro cuerpo. Eso es pasajero.

Sé consciente de lo que piensas

Tu cuerpo es el reflejo directo de tu mente. Si eres una persona negativa, da igual el esfuerzo que estés haciendo, al final siempre te verás mal y te harás daño. Deja a tu mente sentir lo bien que te encuentras y que el esfuerzo está mereciendo la pena. Sé tu propia motivación para seguir con ese estilo de vida saludable.

Aprende a comer bien

Y aquí no voy a hablar de los alimentos que debes comer para adelgazar, sino del efecto que tiene una alimentación equilibrada sobre tu objetivo. Si tu alimentación es saludable, tú te empezarás a sentir más fresco, más ligero, con más energía. Y todo eso, repito, independientemente de perder peso o no.

Comer bien te dará un chute de autoestima enorme, que te hará seguir con ganas hacia adelante.

Márcate metas realistas

Esto lo habrás oído por activa y por pasiva. Y es cierto. Imagina que te sobran 30 kilos de grasa, y resulta que tú quieres perderlos, tonificar para tener un cuerpo duro, y todo ello en 2 meses.

Esos dos meses van a ser los más horribles de tu vida. Verás que tu peso corporal no cambia a la velocidad a que deseabas, ¡y aún no se marca el sixpack!

Olvídate. Establece metas que puedas conseguir. Y si tu objetivo es muy a largo plazo, puedes ir marcándote otros mini-objetivos más pequeños y a corto/medio plazo.

Asegúrate de que te hablas amablemente

La vida es demasiado corta como para que te odies a ti mismo. Es hora de dejar de martirizarte con aquello que no te gusta o que quieres cambiar. Sé feliz como eres, con tus virtudes y tus defectos. ¿Qué quieres cambiar alguna cosa de tu cuerpo? No pasa nada, todo el mundo quiere. Sólo tienes que tomártelo con optimismo y ponerte manos a la obra.

No te centres en los números

Olvídate de la talla de la ropa, o de lo que marca la báscula. Céntrate en lo bien que te sientes con lo que estás consiguiendo. Cuando te sientes seguro de ti mismo, estarás “on fire”. Da igual que seas alto o bajo, más o menos delgado. La actitud es algo muy importante que los demás verán reflejado en ti.