Mucho se ha hablado en los últimos años de la importancia de la música en el ejercicio físico. Sin embargo, lo único que se atrevían a señalar varios estudios hasta la fecha era el hecho de que nuestro ánimo a la hora de afrontar una rutina fitness mejora cuando lo hacemos con una banda sonora de fondo. Es decir, que la llevamos a cabo más contentos e incluso nuestro cerebro tiende a pensar que es más fácil de lo que parece.

Pues bien, un reciente estudio titulado ‘Does Music Impact Exercise Capacity During Cardiac Stress Test? A Single Blinded Pilot Randomized Controlled Study’, y presentado en la ‘American College of Cardiology's 67th Annual Scientific Session’, va un paso más allá. Según esta investigación, escuchar música latina tiene un impacto directo y muy positivo cuando estamos realizando un ejercicio o sesión de cardio. En concreto, este tipo de melodía hace que alarguemos durante un minuto más nuestro aguante físico. ¿Te parece poco 60 segundos extras pedaleando sobre la bicicleta en clase de ‘spinning’?

“Creo que es algo que todos los seres humanos hemos sabido intuitivamente a lo largo de los años, pero por fin hemos podido demostrarlo en un estudio con base científica y datos reales”, asegura Wassem Shami, cardiólogo y profesor de la ‘Texas Tech University Health Sciences’ y autor de esta investigación.

¿Cómo se llevó a cabo este descubrimiento?

Wassem y su equipo reunieron a 127 individuos (con una edad media de 53 años) y los subieron a una cinta de correr para someterlos a un test de estrés. Algo que es todo un reto incluso para la gente que más en forma está. Para los que no lo sepan, en este test se va incrementando la velocidad y la inclinación de la cinta cada tres minutos para ver cómo reacciona el paciente a través de un electrocardiograma.

La novedad que introdujo el doctor Shami fue que a algunos de los participantes les puso unos auriculares con música latina (cierto es que no ha especificado cuáles fueron las canciones específicas) y, ¡milagro!, estos aguantaron un minuto más en la cinta que las personas que no estaban escuchando nada.

“Tras seis minutos en ella, sientes como si estuvieses corriendo montaña arriba. Así que el hecho de poder aguantar sesenta segundos más significa muchísimo”, sentencia Wassem.

El dato más curioso de todos

Según este estudio, el grupo que duró un minuto más (el que corría al son de la música latina) no se cansó más que el grupo que no escuchaba nada. Algo sorprendente porque tal y como apunta el autor de la investigación “con nuestros datos esperábamos que los primeros estuviesen al menos un poco más agotados”. ¿Cómo puede suceder esto? Por la estamina, queridos amigos. ¿La qué? Atentos.

La estamina es la capacidad que tiene nuestro cuerpo para soportar actividades físicas sin cansarnos o tener que parar antes de alcanzar nuestra meta. Y esta varía dependiendo de la edad y de la condición física en la que nos encontremos. De ahí que resulte llamativo que, en un grupo (el que escuchó música latina) donde cada miembro partía de diferentes formas físicas todos ellos experimentasen un ‘subidón’ de estamina que les hizo aguantar un minuto más y no cansarse.

“Somos el primer estudio que demuestra que la música latina mejora el rendimiento de los ejercicios de cardio, pero antes ya hubo muchos neurólogos que apuntaron a los beneficios de la música en la vida en general. A día de hoy, gimnasios y entrenadores personales utilizan todo tipo de melodías para motivar a sus clientes o para relajarlos tras una sesión muy intensa”, apunta Wassem Shami.

Además, no deja pasar la oportunidad para puntualizar que, en su opinión, “los médicos no solo deberían recomendar hacer ejercicio sino realizarlo con el acompañamiento de un determinado tipo de música. Nuestro estudio es solo la primera piedra de un camino que estamos empezando a construir”.