Si eres de los que pone como excusa para no ir al gimnasio que sale muy tarde de trabajar o que la oficina le consume todo el tiempo, lamentamos decirte que estás muy cerca de que ya no puedas utilizar más esa evasiva.

De un tiempo a esta parte empieza a establecerse una tendencia en la que las empresas fomentan el deporte en las horas de trabajo. Grandes compañías de la Unión Europea han incluido en los últimos años al deporte como uno de sus ‘salarios emocionales’ con los que retribuyen –no todo es dinero– a sus empleados.

Uno de los países en los que el deporte supone ya una parte importante de la relación laboral entre las compañías es Suecia. Carl Cederström –profesor de Teoría de la Organización en la Universidad de Estocolmo– ha publicado recientemente un estudio en la Harvard Bussines Review en el que analiza un par de casos en el ámbito de lo público y lo privado.

De este modo, hemos conocido cómo el director de la empresa de aguas pública de Suecia, Henrik Bunge, 'obliga' a sus empleados a hacer CrossFit con evaluaciones periódicas sobre su estado físico. "Tenemos mucho que aprender de la cultura del deporte", asegura este CEO a quien el autor del artículo describe con la edad física de un hombre de 21 años, pese a haber nacido en 1973.

En el sector privado, y sin movernos de Suecia, encontramos otro caso paradigmático de cómo el deporte se ha implementado en la vida diaria de los trabajadores. La compañía que lo protagoniza es Björn Borg, dedicada a la moda deportiva.

Más allá de la referencia al famoso tenista, el culto al fitness se desarrolla tanto en el ámbito profesional como en el de salud y el bienestar de los empleados. Sus resultados positivos, a tenor de las cuentas, ha repercutido en los beneficios económicos de la empresa creciendo casi un tercio en los tres últimos ejercicios (2013-2016). Pero sobre todo, en términos de compromiso de los trabajadores con el proyecto empresarial, que pasó del 3 al 75 % en el mismo periodo.

Ahí es donde reside, para algunos expertos, la clave de por qué el deporte no debería ser el fomento considerado como un gasto prescindible para las grandes compañías. Jesús Gómez, profesor y consultor de Recursos Humanos en universidades y escuelas de negocio de toda España, ha señalado en varias ocasiones los beneficios del deporte en la empresa.

Gómez señala cómo la práctica de ejercicio –sobre todo en equipo y en sus variables de confrontación individual o por parejas (por ejemplo el pádel)– mejora la autoestima, sirve como vía de escape del estrés acumulado, favorece el trabajo grupal y tiene efectos sobre la salud de los empleados y, por ende, sobre el absentismo laboral. Todo ello, concluye este experto, se traduce en un considerable ahorro económico para las empresas.

En España, dando los primeros pasos

En España, el proceso de implantación es más lento y los estudios no están todo lo actualizados que cabría esperar. Según la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España publicada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, solo el 54 % de los españoles practicó deporte en 2015. De entre las 12.000 personas sondeadas –el estudio solo tuvo en cuenta a la población de 15 años en adelante–, solo el 86 % realizaba ejercicio de gran intensidad al menos una vez a la semana.

Para luchar contra estos datos y contribuir a la mejora de la salud de los empleados, algunas compañías están empezando a implementar el deporte en sus plantillas. Si esta nueva práctica empresarial consigue instaurarse con fuerza en España, el dato obtenido por una encuesta de García Ferrando y Llopis Goig sobre que solo el 4 % de los españoles que hace deporte lo practica durante su horario laboral quedaría obsoleto.

En nuestro país, por ahora no existe ninguna cláusula laboral que obligue a los trabajadores a hacer deporte, aunque sí se está empezando a aconsejar. Una de las primeras marcas en sumarse a la ‘comunión’ entre deporte y trabajo ha sido LG Electronics. Esta compañía, a través del programa Healthy, ha mejorado el Plan de Fomento del Empleo Saludable que desarrolla desde hace una década incluyendo un gimnasio con equipamiento de última tecnología para uso y disfrute de sus empleados en sus horas libres.

Máquinas, pantallas, 5.000 horas gratuitas de actividades deportivas, talleres de mindfulness, sesiones de fisioterapia, yoga, pilates y entrenamiento personalizado son algunas de las opciones que ofrece el nuevo plan de LG en España. “También hemos introducido un concepto de smoothies y de comidas saludables y, para ello, hemos realizado un taller de nutrición con una nutricionista experta que ha abordado inquietudes y tendencias en nutrición que ha resultado muy interesante a la gente”, asegura Juan Tinoco, responsable de Recursos Humanos de la compañía.

El nuevo gimnasio de LG es un ‘showroom’ en el que la empresa puede enseñar in situ a sus clientes las novedades, “soluciones de cartelería digital y climatización para gimnasio” que desarrolla. Además, para aprovechar el espacio, la compañía permite a sus empleados utilizarlo en sus horas libres.

A pesar del caso de LG, parece que, por ahora, la moda de instaurar el deporte también desde la oficina aún tardará algún tiempo en popularizarse. Según señala una encuesta publicada por el Instituto Andaluz del Deporte, solo 8,4 empresas de las 120 compañías de más de 150 trabajadores consultadas ofrecía convenios con centros deportivos para que sus empleados obtuvieran descuentos a la hora de practicar deporte en sus instalaciones.