Es una de las costumbres más extendidas entre los deportistas que relegan su rutina fitness a las horas previas a pasar por el colchón para reponer fuerzas. Secarse el pelo se convierte en una tarea menos apetecible que comerte ese brócoli hervido que te ayuda a mantener ese fabuloso six-pack del que presumes en verano (y en la intimidad de tu alcoba).

Y sí. Cierto es que no secarse el pelo es uno de los mayores placeres de la vida. Igual que lo es hacerse una coleta o un moño y decir ‘ya mañana me lo arreglo’. Todos y todas lo hemos hecho, pero este pequeño placer capilar tiene que acabar. ¿Por qué? Porque aunque vuelvas a rastras (que no a rastas) del gimnasio, tu pelo está pasando por todo un calvario cada vez que duerme atado o mojado (y no, nada de esto tiene que ver con Cincuenta Sombras de Grey, aunque pudiera parecerlo).

Picor, caspa y migrañas, algunos de los aliados del pelo mojado nocturno

No es un mito, queridos. Irse a la cama con tu melena mojada o incluso húmeda afecta gravemente a tu salud capilar. El principal motivo es que durante la noche, tanto nuestro cabello como nuestro cuero cabelludo sufren un aumento de sensibilidad que les hace ser presa fácil de posibles enemigos.

El problema viene porque al tener que absorber la humedad, se abre la cutícula aumentando así su tamaño. ¿Resultado? Las proteínas que lo componen se separan, se disgregan y de esta manera el pelo y el cuero cabelludo quedan más expuestos a bacterias y gérmenes. Así pues, el picor, la caspa y las migrañas pueden aparecer a golpe de melena en tu vida.

El primero es causa directa de la inflamación que la humedad provoca en el cuero cabelludo. Dicha inflamación hará que te rasques a menudo y esto podría llevarte, por si no fuera poco, a hacerte pequeñas heridas que incrementarán ese picor.

Ojito con no secarse el pelo después de ducharte
Ojito con no secarse el pelo después de ducharte | Pexels

La caspa encuentra en la humedad a su mejor compañero para hacer su entrada en escena. Por si no lo sabías, el origen de la caspa está ligado al mal funcionamiento de un hongo llamado Malassezia furfur.

Su función es la de alimentarse de los aceites grasos de los folículos para iniciar así la renovación celular del cuero cabelludo. Pero, qué novedad, la humedad altera la vida de este hongo haciendo que se reproduzca con mayor rapidez y que el recambio de células se acelere de manera descontrolada. Esto resulta en que las nuevas células se mezclan con el aceite graso formando las escamas que conocemos con el nombre de caspa.

¿Y las migrañas también aparecen por causa de la humedad? Exacto. Por la noche, nuestra temperatura corporal aumenta y al tener el pelo mojado esto hace que se produzca una suerte de evaporación cuyo efecto es una progresiva inflamación que puede dar lugar a un intenso dolor de cabeza. Y cuidadito porque estas jaquecas pueden volverse crónicas con el paso del tiempo.

Además, a estos tres factores hay que sumarles el negativo efecto que la humedad causa en tus cervicales y músculos del cuello.

Dormir con el pelo recogido tampoco es bueno

Lo siento pero atar tu melena en una coleta o moño no es algo saludable. ¿Motivos? Me sobran.

El primero es que dificultas la circulación del cuero cabelludo hacia las puntas. Esto puede ocasionar daños en tu melena provocando que pierda brillo y se vuelva quebradiza.

El segundo es que aumenta tus posibilidades de sufrir alopecia o caída prematura del cabello. La razón es que cuando sujetas tu melena por un tiempo prolongado estás retrasando el crecimiento capilar. Y si ya venías del gimnasio con una coleta, ¡pues imagínate!

Y el tercero, pero no por ello menos importante, recoger tu cabello está provocando que pierda nutrientes. Piensa que los folículos capilares se están debilitando y eso hace que dicho nutrientes no estén llegando de las raíces a las puntas.

¿Soluciones?

Mucho me temo que la única vía posible para que tu pelo no pague los platos rotos de tu rutina fitness nocturna es que lo seques con secador y duermas con él suelto. Otra opción, si te niegas a secártelo con secador, es que esperes a que se seque al aire y solo te vayas a la cama cuando esté completamente seco. Lo cual, en invierno, puede hacer que te acuestes muy tarde.