No han sido pocos los zascas que se han intercambiado David Beckham y su hijo Brooklyn en Instagram a tenor de sus looks o de si uno se ponía ropa del otro, pero casi no se conocía el método que utilizaba el hijo mayor de los Beckham para ponerse en forma.

Y no es para menos, porque en los últimos meses se ha podido ver un increíble cambio físico que ha ido dado cuenta en las redes sociales y, sobre todo en Instagram. Pero vayamos al meollo, ¿qué es lo que hace para marcar así el sixpack?

Brooklyn entrena mediante un método denominado 3-3-3 y que no le lleva más de una hora al día. Este entrenamiento está patentado por el entrenador de celebrities Chase Weber y trabajo sobre todo tres capacidades del cuerpo humano: fuerza, estabilidad y potencia.

Eso sí, no te pienses que por ser un entrenamiento de una hora va a ser suave o que, al hacerlo una celebritie como Brooklyn Beckham va a estar diseñado para figurines. Nada más lejos de la realidad. En este vídeo puedes ver al joven Beckham machacándose a entrenar, y eso es únicamente unos ejercicios del calentamiento.

En este otro vídeo del entrenamiento de Brooklyn se puede ver que no todo es tan fácil como sale en las fotografías o en vídeos de los top fitness. El que algo quiere, algo le cuesta (aguanta hasta el final del vídeo)

Según su entrenador, Beckham llega a hacer 150 abdominales antes de comenzar la verdadera rutina de entrenamiento. No está mal, ¿verdad?

En cuanto al entrenamiento en sí, el método 3-3-3 que ha desarrollado Weber consiste en hacer tres series de ejercicios de tres repeticiones cada uno. Cada serie dura aproximadamente 15 minutos que, junto con los 15 minutos de calentamiento, confeccionan la hora total de entrenamiento.

En la primera serie de estos ejercicios se trabaja, sobre todo, la parte de fuerza, por lo que los ejercicios que se realizan son sentadillas, zancadas con pesas y saltos con giros y sentadillas, entre otros ejercicios.

En la segunda serie se trabaja la potencia con ejercicios tan clásicos como flexiones y sus variaciones (con pesas, a una mano, trepando, plancha, etc.) y abdominales también con variaciones.

Por último, el entrenamiento finaliza con una parte dedicada a la estabilidad, en la que se pueden encontrar ejercicios como flexiones invertidas o zancadas laterales con pesas.

Si te atreves, puedes probarlo. Eso sí, ya sabes que, para empezar con los circuitos tienes que pasar por un buen calentamiento y, sobre todo, por esos 150 abdominales como mínimo. ¡Ánimo!