Hacer deporte junto a tu perro (o tu gato si es que consigues que te haga caso) puede ser una manera divertida de perder peso, además de reforzar vuestra amistad. Te damos algunos consejos para que os pongáis a punto.

Caminar o correr juntos

No sólo los humanos tenemos un problema de sobrepeso, también nuestras mascotas se han dejado contagiar de nuestros hábitos sedentarios lo que las ha llevado a tener ellas también problemas de kilos de más. Según el entrenador de perros estadounidense, Travis Brorsen: “La culpa es de los propietarios, que están convencidos de que los perros o los gatos domésticos son capaces de comer o hacer el ejercicio físico que necesitan sin necesidad de que su cuidador ande pendiente de esos aspectos, cuando en realidad no es así”.

Y es que, pese a que los perros y gatos son capaces de autorregularse, lo cierto es que tienden a seguir el ejemplo de sus propietarios. “Un animal sano vive por lo general dos años más que uno que no lo está, y esto es bastante tiempo para la vida de un animal”, afirma el experto.

Por lo tanto, para tratar de alargar la vida de nuestra mascota (y de paso también la nuestra) conviene tomar unas rutinas en lo que a movimiento se refiere: “Tres paseos de 20 minutos al día cada uno es un buen objetivo si se quiere perder peso, aunque hacerlo corriendo sería todavía mejor”, señala el experto.

¡A jugar!

Ya sabemos que lo de sacar a pasear al gato no es muy buena idea, pero se puede sustituir esa actividad jugando con él. “De esta manera, tanto el gato como su propietario se mueven y se ayudan a estar en forma”, afirma Brorsen.

Un buen ejercicio, teniendo en cuenta que son cazadores naturales, es hacerse con un juguete para ellos (con plumas a ser posible) y moverlo rápidamente por toda la habitación de manera que él lo siga, de paso así tú también permaneces activo.

Elegir premios sanos

Muchos de los “premios” destinados a los animales domésticos son un concentrado de azúcares y grasas comparables a las barritas energéticas o a los snacks humanos. “Escoger las opciones más saludables para ambos, como por ejemplo una manzana, fresas, plátanos o naranjas puede ser una buena idea”, sugiere Brorsen.

Introducir micro-entrenamientos

Subir las escaleras andando en vez de usar el ascensor, es sólo un ejemplo de cómo un pequeño gesto puede aumentar el número de calorías consumidas durante la jornada. Otro ejemplo puede ser separar el cuenco del agua del de los alimentos, de manera que el animal se vea obligado a moverse de un extremo al otro de la casa. “Es posible idear una serie de movimientos extra para la mascota que la ayuden a mantenerse activa durante el día”, subraya el entrenador.

Reducir las raciones de alimento

Varios estudios concuerdan en el hecho de que las porciones extra-grandes son una de las principales causas de obesidad en los humanos en Estados Unidos. Del mismo modo, dar a una mascota una ración exagerada de alimentos puede contribuir a hacerle coger más peso sin necesidad.

“Mejor no tener muy en cuenta las raciones que se incluyen en las bolsas de alimentación para mascotas -advierte Brorsen- porque los valores indicados se refieren a una gama de pesos muy amplia y están pensadas para animales activos”.

Por ello, recomienda reducir gradualmente las raciones de alimento de tu mascota (siguiendo las indicaciones de un veterinario) y comenzar a usar platos más pequeños. De paso, si tú también te animas a no quedar siempre con el estómago demasiado lleno, seguramente tu salud también te lo agradecerá.