Cuando uno piensa en Ámsterdam seguramente lo primero que se le viene a la cabeza son sus paseos por los canales, sus habitantes moviéndose en bici por la ciudad, sus puestos de flores, el barrio rojo...

Pues bien, la capital de los Países Bajos no es ese paraíso en el que todo funciona de manera armoniosa y cívica, de hecho, bajo esa imagen, en las profundidades de sus canales para ser más concretos, se encierra una historia de vandalismo muy relacionado con el mundo de las dos ruedas: y es que, al año, se vierten a sus aguas hasta 15.000 bicis.

¿Por qué? Esa es la pregunta del millón y para la que nadie tiene una respuesta clara y más si tenemos en cuenta que Ámsterdam es una de las ciudades más amigables del mundo con los velocípedos, donde hasta un 60% de los viajes dentro de la urbe se realizan en este medio. De hecho, se estima que hay alrededor de 900.000 bicis por sus calles. Entonces, si existe esta cultura de las dos ruedas, ¿por qué se desprenden de ellas de ese modo?

La pesca de bicicletas es una historia peculiar. Cada año se recogen entre 12.000 y 15.000 bicicletas

Una de las hipótesis que tiene más fuerza es la de una tradición que se remonta varios siglos, ya que en el pasado, los 165 canales que se encuentran en la ciudad se utilizaban como un sistema de alcantarillado al aire libre, por lo que los habitantes los usaban como un verdadero vertedero.

Fue en 1860 cuando el ayuntamiento vio que este hecho podía ser un problema y decidió comenzar con su limpieza. Pese a ello, más de un siglo y medio después, parece ser que muchos residentes siguen manteniendo este hábito.

Actualmente, la empresa que se encarga de la limpieza, Waternet, tiene todos los días a un equipo rastreando los canales para recoger los múltiples residuos. “La pesca de bicicletas es una historia peculiar. Cada año se recogen entre 12.000 y 15.000 bicicletas”, aseguraba hace unos meses el directivo de la empresa de limpieza, Arie Beer. “¿De dónde vienen? Creemos que los propietarios no tirarían al agua las suyas tan rápidamente, por lo que suponemos que el robo o el vandalismo será el motivo".

Según estimaciones de la policía de Ámsterdam, cada año se roban entre 50.000 y 80.000 bicis, sin embargo, el número de denuncias son mínimas ya que los ciudadanos piensan que poco se puede hacer al respecto.

De hecho, según explicaba Beer muchas de las bicicletas que se recogen del canal no están en mal estado. Pese a ello, la mayoría terminan como chatarra.

Asimismo, según la empresa, también se pueden encontrar otros residuos en el canal, como neveras, cajas fuertes, e incluso automóviles, sin embargo las bicicletas son su principal captura.