Cuenta un proverbio chino que todo gran viaje comienza con un solo paso, y no le falta razón. Esto mismo pensaron los hermanos Marfil, Juan Luis y Oliver, cuando decidieron que tenían que hacer el Camino de Santiago Francés para concienciar la población y a las instituciones de algo muy importante: la accesibilidad y la movilidad.

Para ello, se fueron hasta Roncesvalles, primer pueblo español que pisa esta ruta santa, y comenzaron con su andadura. 800 kilómetros que pretender recorrer en el mínimo tiempo posible, pero sin prisas.

Y es que si quieren concienciar de este gran problema de accesibilidad que se vive en la sociedad actual es porque Juan Luis, con un 96% de discapacidad debido a una parálisis cerebral, va en silla de ruedas. Es Oliver quien, a pesar de que no se considere un súperatleta, empuja de él por el recorrido.

Pero, para todo aquel que haya estado en el Camino de Santiago, sabrá bien que no es una ruta especialmente diseñada para ir con silla de ruedas, sobre todo porque su “diseño” se ha desarrollado a lo largo de los siglos por los millones de peregrinos que han caminado por ella.

Son precisamente estos peregrinos una parte fundamental del viaje de Juan Luis y Oliver puesto que sin la ayuda espontánea de estos no lo podrían estar llevando a cabo, sobre todo cuando Oliver tiene que coger a su hermano y alguien se tiene que encargar de transportar la silla de ruedas. O cuando el camino se empina y la fuerza de una sola persona no es suficiente. Es entonces cuando valores tan puros como el compañerismo que se respira en el Camino se hace aún más presente.

Además, todo este reto tiene también un fin solidario, ya que se está llevando a cabo una recogida de fondos a favor de la Asociación Accesibilidad para Todos “LA CIUDAD ACCESIBLE”, con sede en Granada y que tiene un proyecto en la cartera que, como rezan en su web, intentará “adaptar y poner a disposición de todos rutas de senderismo que, por fin, puedan ser transitadas por personas con movilidad reducida”.

Por el momento ya han recaudado más de 6.000€, que era su objetivo, y a las personas que donan les hacen entrega de un pequeño obsequio como recompensa.