Fotografías de varios ciclistas desnudos sobre sus bicis con palabras como “respeto” o “desnudo” escritas sobre sus cuerpos. Así es el último trabajo del fotógrafo sevillano Diego Escobedo con el que se pretende hacer una llamada a la concienciación sobre la fragilidad que sienten los usuarios de las dos ruedas. Y es que, sólo en 2016, 33 ciclistas perdieron la vida.
Ante esta realidad y harto de sentirse inseguro cada vez que se montaba en su bici, Escobedo decidió utilizar su objetivo para invitar a la reflexión: “La idea surge de una sensación real que siento al salir por carretera. He dejado de entrenar por carretera, y cojo la bici de montaña porque me da pánico el tráfico y cómo nos pasan los vehículos de cerca. Así que, un día se me encendió la bombilla y realicé este trabajo”, señala el artista.
Según el código de circulación, “los conductores de vehículos motorizados que pretendan adelantar a un ciclista tendrán que hacerlo extremando las precauciones, cambiando de carril de circulación y siempre que quede, como mínimo, un espacio lateral de 1,5 metros entre la bicicleta y el vehículo”.
Sin embargo, según los usuarios, raramente se respeta esta norma. Por ello, Escobedo se lanzó a realizar este trabajo, con un fin claro: “Concienciar a todos los conductores de lo vulnerables que somos en la carretera. Que nada nos protege, que somos los únicos que salimos perdiendo en caso de colisión. Hacerles ver a todos que con un poco de espacio, solo 1,5 metros, es suficiente para que todos volvamos a casa sanos y salvos”, afirma.
Una vez Escobedo tuvo la idea para su trabajo, sólo le quedaba encontrar a los “modelos” que quisieran participar en el mismo, desnudándose ante su objetivo como metáfora de su vulnerabilidad.
Para ello, hizo una llamada tanto a amigos como a seguidores en redes sociales. La respuesta no se hizo esperar, a los pocos días estaba retratándolos. Así, en sus fotos aparecen desde ciclistas aficionados hasta triatletas e incluso personas que ya han sufrido la dureza del pavimento.”Las dos chicas que aparecen fueron víctimas de atropello en carretera con sus bicis mientras entrenaban. Desconocía este dato hasta el día de la sesión”, explica Escobedo.
La campaña, que se lanzó hace un mes, ya cuenta con miles de reproducciones y varios medios se han hecho eco de su trabajo. Aunque tal y como relata el fotógrafo, ha habido opiniones para todos los gustos: “La campaña ha pegado muy fuerte, y como todo... tiene público que la aplaude y público que encima nos increpa, porque el ciclista parece que es odiado. Quizás sea por esos que sienten la incapacidad de no hacer lo que otros hacen y consiguen”, sentencia.