Para evitar ir por este camino tortuoso existe un remedio gratuito y que podemos hacer en cualquier momento de nuestro día: reírnos. Reírnos mucho, como si no hubiera mañana. Y en este sentido han proliferado técnicas como el Yoga de la risa, que hoy por hoy cuenta con más de 150.000 adeptos por todo el mundo.

Esta nueva modalidad de Yoga fue desarrollada por el médico indio Dr. Madan Kataria en 1995 y combina ejercicios clásicos de Hatha Yoga (el más habitual) con respiraciones de la técnica Pranayama, un antiguo método para realizar inspiraciones profundas de una manera determinada.

También se utilizan ejercicios como los aplausos, las elongaciones del cuerpo o la mímica para, precisamente, provocar esas reacciones.

El Yoga de la risa se basa en un principio fundamental que todos deberíamos conocer: reír sin motivo aparente es beneficioso para la salud. Reírse cuando te cuentan un chiste está muy bien, pero lo cierto es que el cuerpo humano no distingue si nos estamos riendo por el efecto de un chiste o porque nos hemos provocado esa risa.

Además, se da la paradoja de que quienes practican este tipo de Yoga comienzan induciéndose la risa, provocándola, pero en muy poco tiempo aparece la risa verdadera. Por eso también es importante hacerlo en grupo, por el efecto contagio que la risa puede provocar si no estamos solos.

Practicando Yoga en el gimnasio
Practicando Yoga en el gimnasio | Wikipedia

Los beneficios son múltiples

Reír tiene múltiples beneficios para el cuerpo humano, que han sido ampliamente documentados en estudios científicos de toda índole. Por resumir algunos de ellos, apunta:

- Reduce el estrés, puesto que hace que descienda el nivel de la hormona cortisol, que es la que provoca los episodios de ansiedad.

- Al reducir el estrés, te ayuda a prevenir ataques del corazón

- Crean endorfinas en tu cuerpo que, en términos prácticos, sirven como analgésicos naturales que te harán ver las cosas desde un punto de vista más optimista.

- Reírte también te ayuda a reducir la tensión arterial, ya que ayuda al corazón a expandirse o dilatarse mejor en función de las necesidades cardiovasculares que necesite.

- Puedes ponerte en forma, puesto que realizar bien las inspiraciones y las expiraciones ayuda a desarrollar mejor el diafragma y a fortalecer el core.