Como bien sabrás, las varices se producen por una dilatación excesiva de las venas encargadas de devolver la sangre al corazón fruto de la debilidad de las paredes y válvulas de estas. El efecto: sangre que se acumula en las venas al intentar subir de vuelta al corazón.

Si tienes varices puede ser que notes sus consecuencias, como hinchazón y flojera en las piernas, calambres o una sensación de acorchamiento, como si se te hubieran quedado dormidas.

Para intentar mitigar la situación, los expertos dicen que es bueno realizar deportes, ya que activa la circulación sanguínea y te ayudará a perder peso, que siempre es positivo en estos casos.

No obstante, no todos los deportes están permitidos. Aquellos que requieran de impacto sobre una superficie plana están “prohibidos”, precisamente porque es bastante agresivo para las venas. Por eso, nada de fútbol, baloncesto, tenis, pádel, rugby, judo, pesas en el gimnasio…

Tampoco recomiendan deportes en los que, aunque estés en estático, tengas que forzar la posición, como motociclismo, escalada, equitación o piragüismo.

Los deportes que recomiendan los especialistas son aquellos aeróbicos que sean “amables” con tus piernas, como hacerte unos cuantos largos en la piscina, salir a andar, montar en bici, probar con el aquagym, yoga, gimnasia rítmica…

En definitiva, si lo que quieres es prevenir la aparición de varices lo mejor que puedes hacer es llevar una vida sana y con unos hábitos de vida enfocados en una alimentación saludable y la práctica de ejercicio de manera regular para evitar el sedentarismo y el sobrepeso.