El concepto de Yoga que seguramente tengas en la cabeza es el de una disciplina tranquila en donde las posturas corporales son fundamentales y la conexión entre cuerpo y mente es indispensable para logar el tan ansiado equilibrio, ¿verdad?

No estás desencaminada, pero con tanto ‘boom’ del Yoga, han surgido numerosas escisiones del Yoga original que tratan acercar a la gente a esta disciplina a través del deporte y también la diversión, dos conceptos que deberían ir siempre de la mano en pro de la motivación.

El tipo de Yoga que hoy te presentamos se llama Buti Yoga, y no, no tiene nada que ver con butifarras. Su nombre ha sido obra de su fundadora, la experta en fitness Bizzie Gold, que ha creado este método en Los Ángeles y ahora se está extendiendo en nuestro país.

 

Las diferencias del Buti Yoga respecto a otros tipos de Yoga saltan a primera vista: más movimiento, música tribal y étnica, un ambiente más extrovertido y con menos concentración, a priori, que en los otros tipos de Yoga.

Concretamente, con Buti Yoga se mezclan tres tipos de movimientos: las propias del Yoga, los bailes de twerking y la danza africana. Todo ello forma parte de un mismo entrenamiento que suele durar entre 60 y 90 minutos y que, directamente, te dejará totalmente exhausta.

Los beneficios de Buti Yoga son bastante superiores a los del Yoga estándar, debido sobre todo a que aquellas personas que lo practican queman muchas más kilocalorías. Está calculado que en una sesión de unos 75 minutos se pueden quemar hasta 700 kilocalorías.

 

Además de los beneficios cardiovasculares, también se producen beneficios a nivel muscular y de tonificación, puesto que durante el tiempo que dura un entrenamiento la gente que lo practica no para en ningún momento, y cuando la música africana se pone seria a ritmo de tambor y timbal el entrenamiento puede tener picos de dureza que, al final, repercuten de manera positiva en el cuerpo.

Lo bueno de este tipo de Yoga es que lo puede practicar cualquier persona, aunque no tenga conocimientos básicos de Yoga, pues estos se adquieren rápidamente en las primeras clases. Además, muchos de los movimientos que se practican a posterior, al ser propios del Buti Yoga pueden ser aprendidos sin problemas por todo el mundo.

En España ya se están empezando a implantar este tipo de clases de Yoga en gimnasios y salas privadas, por lo que no te extrañes sin en breve lo ves anunciado en tu lugar de entrenamiento. Si es así, métete y pruébalo, total, ¿qué pierdes?