Si eres de ese tipo de personas que cree que la báscula hace milagros de un día para otro, estás muy equivocada. Es de sobra conocido que no por mucho pesarte vas a adelgazar más; de hecho, puede ocurrir todo lo contrario.

Imagínate que has comenzado esa dieta fabulosa que te han recomendado y comienzas a pesarte cada mañana justo después de levantarte de la cama. Y ves que, día tras día, no se van consiguiendo los objetivos que te habías marcado, así que te desanimas, te desmotivas, y lo das todo por perdido.

O también puede suceder el efecto contrario: que veas que cada días vas bajando un poco más y no te pongas un límite para llegar hasta tu peso ideal, pudiendo generar trastornos de ansiedad o problemas con la alimentación.

En cualquiera de los casos, visitar a la báscula que te has comprado y que guardas en el cuarto de baño ha de hacerse con precaución: no vale pesarse todos los días ni tampoco una vez cada tres meses, sobre todo si estás “a plan”.

Entonces, cada cuánto tiempo es lo ideal.

Vamos a suponer que comenzamos la dieta un lunes (los lunes siempre se empiezan las dietas, y lo sabes). Lo suyo es que ese mismo día, antes de comenzarla, te peses en la báscula. Y no solo eso, sino que también te midas el perímetro abdominal, dato que es casi más importante que el peso corporal (ahora sabrás por qué).

En el caso de que estés haciendo una dieta que incluya un día libre, o cheat meal como se llama ahora, este suele ser los domingos. Por tanto, lo ideal sería que te pesaras ese mismo domingo por la mañana nada más levantarte, para que así puedas ver la evolución de 6 días de dieta. Y así sucesivamente, con una vez a la semana sería suficiente.

¿Por qué decíamos que el perímetro abdominal es casi más importante que el peso? Por una razón muy sencilla: si te pones a dieta, lo ideal es que lo combines con ejercicio físico, que puede ser cardiovascular y también de tonificación de los músculos.

A medida que vayas avanzando, irás ganando grasa, pero irás ganando músculo, por lo que es muy probable que al principio de la dieta pierdas mucho peso de golpe y luego se vaya estabilizando poco a poco. Si te ocurre así, mídete el perímetro abdominal, pues será la demostración de que estás haciendo las cosas bien o mal.