Cuando pensamos en bajar de peso, lo primero que hacemos casi todos los seres humanos del planeta es apuntarnos al gimnasio. Error, queridos. A no ser que tengas la fuerza de voluntad de un deportista de élite, podemos asegurarte que no te servirá de nada. Las cosas como son. Además, recurrirás al truco de darte un atracón cada vez que hayas ido al ‘gym’ y al final, lo comido por lo servido. Pero, ¿qué pasaría si en vez de centrarnos primero en el ejercicio pusiésemos toda nuestra atención en lo que comemos?

Esto fue lo hizo Sascha Farley, de veintisiete años, cuyo peso se había descontrolado tras dar a luz a su segundo hijo: “Me di cuenta de que lo que debía hacer, antes de poner mi cuerpo en movimiento, era nutrirlo bien por dentro. Y la mejor manera de controlar lo que comes es hacer tu propia comida e ir al supermercado para elegir productos frescos y sanos”.

Dicho y hecho. Pero planificar las comidas para una familia de cuatro personas no iba a ser tarea fácil: “La organización es fundamental si no quieres pasarte todo el día en la cocina preguntándote qué comer hoy, mañana, pasado…”. Así pues, Sascha se dio cuenta de que si quería convertirse en la reina de la comida preparada sana debía dar con un método. Y lo hizo. Uno que cuenta con cuatro sencillos pasos:

1. Planificar siempre de semana en semana.

Menos es muy poco y más demasiado, sobre todo si tenemos en cuenta que parte del éxito del programa de Sascha radica en hacer tuppers, congelarlos y aprovechar al máximo el espacio de tu frigorífico. (Parecerá una tontería, pero no lo es).

2. Cocina el doble de todo.

Si sois cuatro, para ocho. Si eres uno, para dos. ¿La razón? “No desperdiciar alimentos y tener siempre varios tuppers de emergencia”, asegura.

3. Elige alimentos y comidas que aguanten bien la congelación

“Es muy importante que los alimentos no pierdan sus propiedades y que, además, soporten muy bien la descongelación no perdiendo sabor ni textura”, apunta (con bastante razón).

4. Involucra a tu familia en la elección de las comidas y la planificación

Eso hará más fácil que todos podáis seguir una dieta sana y equilibrada. Sascha también indica que es conveniente que cada miembro pueda elegir una comida que le encante para un determinado día de la semana.

En caso de tener niños, Sascha recomienda involucrarlos en el proceso de cocinado de los alimentos (se nota que aquí la que escribe ha visto todas las ediciones de ‘MasterChef’): “Así será más fácil que se coman el plato al haber participado en su elaboración”.

Sascha Farley organizándose
Sascha Farley organizándose | Instagram

El secreto también está en qué cocinar y con qué

Aunque los cuatro pasos citados anteriormente son muy importantes, no lo son menos estos otros consejos sobre cómo cocinar y qué cocinar.

- Utiliza solo recetas sencillas

No te líes. Si sabes cocinar pollo al curry, pues fenomenal. No intentes hacer una reducción de seta negra (ni siquiera sé si existe) con esferificaciones (‘MasterChef’ de nuevo) de aguacate porque no eres un chef de estrella Michelin. Lo sentimos.

En caso de querer innovar, la norma de Sascha es no recurrir a recetas que tengan más de cuatro pasos.

- Tres electrodomésticos (que te salvarán la vida)

No hace falta tener todos los aparatos culinarios del mundo para realizar comidas sanas y saludables. En el caso de Sascha, la joven solo utiliza el horno, una olla grande y la Thermomix. Y tuppers, por supuesto.

- Confía en la carne picada

Sascha alega que aguanta mejor el congelado que los filetes y que, además, es más barata.

Por lo tanto, ¿cómo deberías empezar a introducir el método de Sascha en tu vida? Lo primero que debes hacer es planificar la compra el viernes, ir al supermercado el sábado y cocinar los domingos. ¿Y si mi imaginación con las comidas es escasa? No te preocupes. Sascha repite platos a menudo y eso no le impidió perder peso.

“Una de las razones por las que creo que este método es tan efectivo es que al congelar la comida, huyes de todo aquello que después de descongelarlo no vaya a saber igual que antes. A nadie le gusta comerse un trozo de pizza descongelado o una hamburguesa, patatas fritas… Así que inconscientemente, hacer tuppers y meterlos en el congelador te aleja de la comida más grasienta y calórica”. Chica lista.