El sábado pasado asistí a una conferencia impartida por una bióloga-nutricionista en la que, supuestamente, íbamos a realizar un show-cooking que está tan de moda ahora y en la que se nos enseñaría “cocina consciente con alimentos de temporada”.

Entre los batidos, los zumos, los yogures y las cremas que Bárbara nos preparó con todo su buenhacer, había un bote de cristal herméticamente cerrado en el que flotaban unas hebras de algo que después supimos que eran brotes de alfalfa.

“Esto es muy sencillo de preparar: basta con echar agua (filtrada de grifo o mineral) y añadir unos brotes de alfalfa, de soja, de garbanzo… pero pocos, un puñadito por cada litro de agua. Hay que mantenerlo cerrado con un tul y una goma, para que pueda transpirar”, explicó la bióloga a una audiencia entregada a la causa.

Cuando pasan 48 horas la maceración está completada y el líquido “rejuvelac”, preparado. Tan solo habría que cambiarlo a un bote limpio, ya sin los brotes, y, en algunas ocasiones, conviene echarle un chorrito de limón antes de meterlo en la nevera, para que se conserve mejor y gane un poco de sabor.

Tras la demostración, tocó probarlo, claro. En unos vasitos muy pequeños para que llegara para todos, nos ofrecieron un chorrito del famoso agua “rejuvelac”. Lo tomé a pequeños sorbos, pues el sabor a alfalfa era bastante potente.

Al terminar el último trago noté cómo mi intestino delgado daba palmas de alegría y se había montado una fiesta con el colon. Noté, automáticamente, cómo mis células rejuvenecían en un preciso instante y cómo las arrugas de la cara (pocas) se esfumaban. Era un milagro. Era el agua “rejuvelac”. No, es broma.

 

¿Cuáles son los beneficios de esta agua “rejuvelac”?

En primer lugar, es obvio que el chupito que tomé a mí no me aportó nada más que un gesto tipo El Fary comiendo limones, pero, a la larga, y tomándolo de una manera continuada, sí que se pueden obtener beneficios para el organismo.

1.- Mejor digestión: gracias a su alto contenido de enzimas estas favorecen el proceso digestivo. Así que si eres de las personas a las que les cuesta digerir la comida o, directamente, te has puesto fino a comida un día y necesitas terminar la digestión bien, un vasito de agua “rejuvelac” y listo.

2.- Aumenta las defensas: del mismo modo que el punto anterior, al ser una bebida rica en enzimas te ayuda a protegerte de determinadas patologías comunes como alergias o gripes. No obstante, si notas que sigues con molestias, acude a tu médico.

3.- Desinflamación: si tienes problemas estomacales, como gastritis, un vaso de agua “rejuvelac” de vez en cuando también te vendrá bien por la propiedad desinflamatoria que tiene.