Seguro que crees que estás a la última cuando sales por la noche y te pides una copa con alguna famosa bebida energética. Dejo tu imaginación volar porque cada vez son más las mezclas que se hacen de diferentes tipos de alcohol y estas bebidas.

Por cierto, sé consciente de la mala elección que estás haciendo, ya no por tu salud, que también, sino por no elegir una bebida en condiciones con todas las que tienes para elegir.

A lo que iba. Aunque nos parezca una moda de los últimos años hacer estas mezclas (prefiero no saber que mente maravillosa inventó esta bomba, nótese la ironía), esto se lleva haciendo “toda la vida” como aquel que dice.

“Antes de 1997, ya todos mezclábamos ron con Coca-Cola y poníamos whisky en el café, pero ¿quién sale y se toma diez cafés irlandeses de golpe? No suele pasar. Sin embargo, esto sí pasa cuando mezclamos alcohol y bebidas energéticas, de éstas se beben muchas de golpe”, explica Kathleen E. Miller, principal investigadora del Instituto de Adicciones de la Universidad Buffalo.

Lo que sí es cierto es que, en los últimos años, ha incrementado las ventas de bebidas energéticas, un 60% de 2008 a 2013, y se estima que entre un 23% y un 47% de adolescentes y adultos que consumen alcohol, toman bebidas alcohólicas mezcladas con energéticas.

Uno de los últimos estudios que han salido a la luz sobre este tema de la Universidad Purdue (Indiana, EEUU), refleja que los efectos en nuestro cerebro de mezclar alcohol y cafeína es similar al que provocan algunos estupefacientes, como por ejemplo la cocaína.

También los expertos de esta investigación concluyeron que aquellas personas que hacen esta mezcla con frecuencia, tienen posibilidades de consumir cocaína en un futuro.

Consecuencias:

Como se ve reflejado en los datos que hemos dado anteriormente, hay un claro aumento del consumo de este tipo de bebidas que, mezcladas con el alcohol, provocan una serie de consecuencias perjudiciales para la salud. Según un estudio de Eroski consumer, destacan las siguientes:

1.- Alteraciones cardiovasculares

2.- Taquicardia

3.- Palpitaciones o aumento de la presión arterial

4.- Insomnio

5.- Nerviosismo

6.- Falta de coordinación

El estudio explica que a estos efectos se suma que “oculta la embriaguez” por lo que “esta ilusoria sensación de control puede producir que quienes hayan bebido, opten por conducir creyendo que están en condiciones de hacerlo”.

Por otro lado, una de las marcas más famosas de bebidas energéticas explica en su página web que “no hay ninguna indicación de que esta bebida tenga algún efecto específico (negativo o positivo) relacionado con el consumo de alcohol.

Esto ha sido confirmado por El Comité para el Análisis de la Toxicidad del Reino Unido (2012) que concluyó que no existe ninguna evidencia actual que apoye la tesis de una interacción perjudicial entre la cafeína y el alcohol.”

No olvides que estas bebidas originalmente se crearon para darnos un empujón en aquellos momentos en los que necesitamos más energía, aunque muchos expertos dudan de que este tipo de bebidas sean la solución tanto para deportistas, como el resto de personas.