A estas alturas de la película en la que nos encontramos ya deberías saber que no todas las bebidas aportan los mismos nutrientes y la misma energía a tu organismo justo después de haber entrenado. Algunas, incluso, son contraproducente. Apúntatelas.
1.- Cerveza: sí, amigos y amigas, la cerveza no es lo mejor que te puedes beber al terminar tu entrenamiento. Ya sabemos que la Universidad de Granada, en su momento, hizo un estudio para demostrar los beneficios de la cerveza para recuperarte después del ejercicio, y también sabemos que ese estudio estaba financiado por una organización de empresas de cerveza.
La cerveza, sí, está compuesta en su mayoría por agua, lo cual es positivo para la recuperación, pero también contiene alcohol, lo que no es tan bueno para el organismo. Incluso si bebieras cerveza sin alcohol no sería adecuado del todo, puesto que seguirían afectándote los gases de la misma manera que si tuviera alcohol.
2.- Bebidas azucaradas y con gases: todos sabemos de qué tipo de bebidas estamos hablando, aunque no podamos escribir sus nombres, pero lo cierto es que este tipo de bebidas no son nada buenas para tu cuerpo al acabar de hacer deporte. Realmente no lo son ni antes, ni durante, ni después, ni tampoco las que son light y, supuestamente tienen menos azúcar.
Todos los ingredientes, aditivos y saborizantes que contienen son una mezcla explosiva para un organismo que acaba de hacer un esfuerzo grande y aún se está recuperando así que, en la medida de lo posible, evítalas si no quieres ingerir, al menos, un 8% de carbohidratos en cada lata.
3.- Zumos: ¿te acuerdas cuando tu madre te decía aquello de ‘niño, tómate el zumo que se te van a ir las vitaminas’? Bueno, ahora resulta que los zumos tampoco son buenos para el cuerpo. Al menos, maticemos, no son tan buenos como si te tomaras la fruta de una pieza, sin triturar.
El caso es que para después de hacer ejercicio el zumo nos puede aportar muchos azúcares, pero muy poco sodio, que es realmente lo que el cuerpo demanda en esos momentos para recuperar los niveles adecuados de hidratación.
De este modo, lo mejor para recuperar las sales minerales que hemos perdido durante el ejercicio son bebidas isotónicas que no tengan demasiado azúcar y que tengan un alto contenido en sodio. También es recomendable ingerir algún alimento salado para que ayude a la recuperación de los niveles de sodio en sangre.